lunes, diciembre 13, 2004

No. 231. 21 de Noviembre de 2004

Las lenguas en polémica
Entrevista con Rainer Enrique Hamel
Nadia Talamantes


Rainer Enrique Hamel es lingüista del Departamento de Antropología de la Universidad Autónoma Metropolitana; es también miembro de la Academia Mexicana de la Ciencia y premio Nacional INAH 1989. Este catedrático participó en la tercera edición del Congreso Internacional de la Lengua —realizado en Rosario, Argentina— y, curiosamente, participó también en el primer contra congreso, opuesto al organizado por la RAE, el congreso de LaS LenguaS.
Hamel fue el único invitado que participó en ambos frentes, en la cumbre oficial y la contracumbre. De allí que sus opiniones resulten tan interesantes. Parte de la presente entrevista fue publicada el lunes 15 de Noviembre de 2004 en el diario Reforma.
Al referirse a sus expectativas en torno al Tercer Congreso Internacional de la Lengua Española, del 17 al 20 de noviembre de 2004, Hamel externó en primer lugar su sorpresa ante la invitación a participar en dicho foro. “Si bien soy hispanista de formación, estoy trabajando más bien en el campo de la sociolingüística en torno al bi y multi lingüismo, los conflictos lingüísticos, las lenguas indígenas, las políticas del lenguaje y la globalización. Por esa razón, no me siento realmente parte del hispanismo tradicional, organizado en torno a la Real Academia Española y sus Academias correspondientes en nuestros países hispanoamericanos”.
El académico precisó que, más que a hablar, acudió a este congreso para escuchar, “como etnógrafo a quien le interesa observar con mirada antropológica cómo se comporta esta “tribu”, ese gremio de los hispanistas oficiales, de rango, los escritores, editores y otros actores en la escena del español”.
Interrogado respecto a las conclusiones que se esperan de un Congreso que gira en torno al tema de la identidad lingüística en un mundo globalizado, Hamel señaló que “el Tercer CILE es un congreso muy sui generis, como ya lo fueron el primero en Zacatecas y luego el de Valladolid. Lo más cercano serían los regulares “Sommets de la Francophonie”, eventos políticos que reúnen a los países miembros, sus instituciones e intelectuales, hoy día en la defensa del francés frente a la amenaza de la globalización del inglés. Habrá uno, casualmente, en la misma semana del CILE en una ex-colonia francesa, Burkina Faso”
“El CILE no es, desde luego, un congreso científico que reúna a los lingüistas expertos para comunicar entre ellos los últimos resultados, quizás muy técnicos, de sus investigaciones. Es un congreso político “hacia fuera” que pretende hacer política del lenguaje, posicionar a sus actores, y fortalecer el papel del español en el escenario internacional. Y detrás de todo está el propósito de España de reestablecer su hegemonía en Hispanoamérica en todos los campos; por ello participa Su Majestad el Rey como principal actor del congreso; sin duda le robará cámara a Kirchner y Fox. Junto a la adquisición de los principales bancos, empresas telefónicas y editoriales en América Latina por parte de consorcios españoles, hay un avance significativo en las definiciones y el control de las políticas del lenguaje en torno al español –“rehispanización” llama García Canclini este proceso, de manera muy cuidadosa. Se trata más bien de una re-españolización, que otros críticos llaman proyecto neo-colonial. Los Institutos de Cultura de España en los países hispanos y el Instituto Cervantes (IC) en los demás países juegan un papel clave en este proceso. Fundado en 1991 sobre el modelo del Instituto Goethe, el IC desarrolla una política muy dinámica para controlar cada vez más la enseñanza del español, la certificación de su dominio y la formación de profesores en el mundo. Frente a la total ausencia de una política lingüística exterior de nuestros países no nos puede sorprender que el Instituto Cervantes ocupe mercados estratégicos. Ha dirigido sus principales inversiones en los últimos años a Estados Unidos y Brasil, los dos mercados de mayor expansión en la enseñanza del español. Y de los proveedores naturales para estos mercados, México y Argentina, respectivamente, se escucha muy poco, permanecen – casi – autoexcluidos. Como otro botón de muestra, el Instituto Cervantes de Munich organizó en este año un magnífico programa de varios meses sobre las “Identidades mexicanas”, con expositores de la talla de Carlos Monsiváis, Jorge Volpi y Juan Villoro, las mejores películas mexicanas del pasado y presente, voces críticas y de vanguardia, exposiciones de alta calidad. México no podría estar mejor representado. Sin embargo, en ningún momento el IC explica por qué es España, y no una institución mexicana, la que representa a la cultural mexicana en Alemania. Lo mismo sucede en octubre y noviembre con el tema “Argentina hoy”. La hegemonía se practica, no se explica. El Instituto Cervantes, como expresión directa de la política del gobierno español, representa hoy en el mundo la política de la Hispanofonía - término que habrá que inventar porque no existe – en su conjunto, en sus múltiples culturas y facetas como una gran unidad, bajo el liderazgo de España y basado en una política de diversidad piramidal. Ya no intenta exportar, como en sus primeros años, el español con la “zeta”. Admite la diversidad del español – conste, no del “castellano” que es la lengua oficial de España según la Constitución española - en sus variedades estándar nacionales, las normas “cultas”, como suelen llamarlas nuestros filólogos hispanistas, siempre bajo el manto de la gran unidad que refuerzan la Real Academia Española y sus Academias correspondientes en nuestro continente. Por supuesto, el Instituto Cervantes realiza una magnífica labor de enseñanza del español y difusión de la cultura española e hispanoamericana, contribuyendo así al fortalecimiento y reconocimiento del español en el mundo. Y los países hispanoamericanos, ya lejos de su rebeldía decimonónica, se suman a estos esfuerzos desde posiciones subalternas o simplemente no hacen nada.
Por lo tanto, las conclusiones no son lo más importante en este congreso; si las habrá, serán más bien previsibles: que el español es una de las lenguas más vigorosas, más importantes del mundo, con el mismo número de hablantes nativos que el inglés; con gran tradición literaria, que guarda una unidad lingüística sorprendente, envidiada por las otras grandes lenguas internacionales, pero…. se ve hoy en día amenazado por el inglés y la globalización. Por lo tanto, hay que cerrar filas, sin perder de vista la diversidad, la coexistencia con otras lenguas, etc.

¿Cuál sería la utilidad de estos congresos? ¿Se manifiesta en resultados concretos y valiosos para los hispanohablantes?
Su utilidad, ya lo había dicho, reside en que hacen política pública en torno a la lengua española. Y se les acusa que reducen su foco demasiado a esta lengua única, de modo que en Rosario, sede del CILE, los lingüistas argentinos organizarán al mismo tiempo un Contra-Congreso, el 1er Congreso de LaS LenguaS, bajo el lema de una Iberoamérica pluricultural y multilingüe. En este congreso multitudinario se enfatizará el papel de la diversidad lingüística, en particular el papel de las lenguas indígenas e inmigrantes en el continente. Sus organizadores tuvieron la amabilidad de invitarme a presentar una conferencia plenaria sobre el multilingüismo y los modelos de educación bilingüe en las Américas.
Como resultados concretos del Congreso, puede haber ciertos acuerdos entre editoriales y otros organismos, quizás se fortalezcan convenios como el que firmó recientemente el rector de la UNAM en España con el IC sobre el desarrollo de un certificado común del español.

¿Considera que sigue vigente la intensa relación entre lengua e identidad, tomando en cuenta, por ejemplo, que el inglés ha dejado de ser una lengua nacional, representativa de la élite blanca anglosajona y es ahora patrimonio de muchas razas y culturas mestizas?
Aunque la identidad en los tiempos de la globalización tenga múltiples referentes, la relación entre lengua e identidad es quizás más relevante que nunca, y esto por varias razones. Por un lado, porque las identidades nacionales se están fragmentando cada vez más con el debilitamiento de los estados nacionales. Resurge un fenómeno que se creía superado: la revitalización de dialectos regionales y sociales históricamente desprestigiados, como también de lenguas indígenas, justamente porque ofrecen un referente identitario y un eficaz medio de comunicación que las distantes lenguas nacionales, con sus normas “cultas”, no les pueden brindar a esta población. En este sentido, no es el inglés en abstracto el referente, mucho menos el patrimonio, de otras razas y culturas. Un fenómeno interesante reside en el hecho, muy bien estudiado, que el “Black English” en Estados Unidos se ha ido distanciando cada vez más del inglés estándar americano en los últimos decenios, de modo que ahora constituyen dos variedades que ya no son mutuamente comprensibles. Este proceso refleja una creciente ruptura cultural, social y de valores entre la América blanca y la negra; a tal grado que, cuando en los años noventa el condado de Oakland en California declaró oficialmente que el Ebonics (metáfora para el inglés de los afro-americanos) constituía una lengua, no un dialecto, que había que estudiar en la escuela como una lengua más, se levantó una tormenta de debates en todos los Estados Unidos, con voces apasionadas a favor y en contra. Este fenómeno revela la profunda crisis de la identidad estadounidense en torno a valores supuestamente comunes, que ni la reelección de Bush puede ocultar; como también la creciente estabilización del español en los EEUU, que la derecha, en voz de Samuel Huntington y otros, combate a muerte.

¿Qué influencia tiene la llamada globalización sobre las identidades lingüísticas y las lenguas?

Hasta ahora no sabemos muy bien lo que es la globalización, menos sus consecuencias en todos los ámbitos a mediano plazo. Significa, por lo menos, una mayor conectividad en todos los planos, bajo una hegemonía creciente, aunque contestada, de los países imperiales centrales, de sus grandes consocios multinacionales, sus culturales y lenguas. En buena medida, presenciamos una US-Americanización del mundo, pero también una hispanización y “chinización” de los EEUU y Canadá, una arabización de España y Francia. Esto se refleja en la dinámica de las lenguas. Sabemos que, si las tendencias de desplazamiento actual continúan, a finales del siglo XXI habrá desaparecido entre el 60 y el 90 por ciento de las lenguas del mundo. Cada dos semanas muere una lengua. Al mismo tiempo, el inglés ocupa hoy un papel de lengua hegemónica como nunca antes una lengua en el mundo, lo que afecta, en primer lugar, los espacios tradicionales de otras lenguas internacionales. También por esta razón se están movilizando la Francofonía y la Hispanofonía. La cuestión de las identidades lingüísticas se torna más compleja. Así como la heterogeneidad es constitutiva de toda lengua viva y no un fenómeno molesto, pero marginal, hoy en día el objeto de estudio de la identidad frente a la alteridad, como la concebía tradicionalmente la antropología, se está desplazando. Debemos concebir la heterogeneidad o la hibridación multicultural, para usar un término de García Canclini, como eje de la construcción de las identidades. “Nuestra lengua materna es el bilingüismo”, afirman muchos chicanos. De ahí surgen concepciones, mitos y referentes que trascienden una lengua específica, se asientan en los espacios discursivos del multilingüismo y de la interculturalidad. Sin este contexto más complejo, resultaría contradictorio que el legendario Aztlán, cuna de la cultura azteca, opere como referente mítico importante en la cultura chicana, identificada con “su” español chicano, lengua que en última instancia destruyó Aztlán.

¿Qué opinión le merece el fenómeno de las lenguas mixtas o criollas, nacidas del contacto entre lenguas como el caso del Spanglish?
Todas las lenguas que conocemos surgieron de mutaciones de lenguas anteriores, casi siempre en contacto con otras lenguas. Lo que hoy se llama lenguas criollas remite a idiomas que se formaron con bastante rapidez en la época colonial con base en lenguas europeas y lenguas locales o inmigrantes como sustrato. Las más conocidas son el créole haitiano, créole jamaiquino y otras del Caribe. Tienen como base una lengua europea y varias lenguas africanas habladas por los esclavos. Los criollos nacen de formas anteriores bastante rudimentarias, los pidgins, cuando se transforman en la lengua materna de un grupo. Por esa razón, el así llamado Spanglish es más bien un pidgin. Hubo un debate, acaso el habla chicana, con su literatura, teatro y gran vitalidad en la comunicación cotidiana, se estaba transformando en una nueva lengua. Los argumentos que niegan esta posibilidad sostienen que los criollos clásicos se formaron en un contexto de gran aislamiento de sus hablantes, los esclavos, mientras que los chicanos o hispanos actuales en los EEUU se ven bombardeados constantemente por versiones estándares de las dos lenguas, el inglés y el español, a través de los medio de comunicación, la educación y otras instituciones. Sin duda, en el contacto entre las diversas variedades del español habladas en los EEUU y el inglés se reflejan procesos dinámicos que hacen prever el surgimiento de una nueva variedad del español US-americano, cuya estabilización dependerá de una serie de factores socio-culturales y políticos difíciles de prever.

¿Es el bilingüismo una ventaja o una amenaza?
Uno de los grandes mitos de Occidente instala el monolingüismo como ideal y como estado deseable, la culminación de la humanidad. La destrucción de la Torre de Babel, con la que arranca el multilingüismo, significa un castigo de Dios. Esta ideología sumamente poderosa, complementada posteriormente con el modelo de estado-nación homogéneo, ha llevado a las políticas de asimilación y aniquilamiento de lenguas indígenas de los grandes imperios coloniales. Este “linguocidio”, para usar un término en boga, continúa en la actualidad. Un componente de este constructo, que ha penetrado las cabezas de muchos padres de familia indígenas o migrantes, afirma que el bilingüismo es nocivo, que afecta negativamente el desarrollo cognitivo de los niños; para aprender bien la lengua nacional, hay que reprimir y olvidar la lengua materna. Todas estas creencias se han comprobado como científicamente falsas. Un niño puede aprender dos, tres o más lenguas a la vez o en forma consecutiva, sin consecuencias negativas para su desarrollo intelectual y afectivo. Por el contrario, el contacto bien llevado con varias lenguas fomenta el crecimiento cognitivo, como lo han demostrado numerosos estudios. Es la forma normal de socialización primaria en muchas partes del mundo, donde el monolingüismo es considerado como una desventaja comunicativa. Lejos de constituir una amenaza, el bilingüismo, tanto a nivel individual como de la sociedad, implica un enorme enriquecimiento intelectual, afectivo, comunicativo y profesional.

¿Podrían conciliarse alguna vez las posturas de “not only English” o “English is not enough” que favorecen la diversidad lingüística, con aquella otra de “Only English”, sostenida por el teórico de Harvard Samuel Huntington y otras organizaciones, que argumentan que el monolingüismo está en la base de una cultura común y por ello el avance del español supone una transformación irremediable y negativa de las instituciones, la política y la identidad americanas?
Estas posturas son irreconciliables. En los Estados Unidos de América se ha desatado una lucha feroz por la definición de la nación y por quienes tendrán la hegemonía en ella. El dominio de la clase blanca, los WASPs (white Anglo Saxon protestants), está en peligro. Cuando la sociedad dominante en los EEUU perdió su proverbial capacidad de asimilación en su mítico melting pot – que nunca fue realmente lo que la metáfora sugiere – se desataron las fuerzas de la derecha tradicional, muchas veces representadas, irónicamente, por inmigrantes de primera o segunda generación como el chicano Richard Rodríguez con su libro “Hunger of memory” o el senador Hawakaya, fundador del movimiento “English only”, para reestablecer las dinámicas de la asimilación por todos los medios. Sin embargo, esta asimilación ya no funciona como antes, y la sociedad en su conjunto se está encaminando hacia una creciente multiculturalidad que no permite regresar al estatus quo ante. Todas las políticas actuales que prohíben, en un número creciente de Estados de la Unión, la educación bilingüe de enriquecimiento, el uso de otras lenguas en instituciones públicas, etc., tienen ese propósito. Samuel Huntington, como representante de la extrema derecha, tiene razón desde su punto de vista. Pide para EEUU lo que José Vasconcelos y muchos otros han impulsado en México: la homogeneización del país en torno a una lengua y una raza. Pero va un paso más allá. En el fondo, considera a las “civilizaciones” como entes estáticos, basados en razas que son, por lo tanto, irreconciliables. En su último bestseller, “Who are we? The Challenges to America's National Identity”, Huntington sostiene, con muchos datos y argumentos bastante débiles, que los hispanos en los EEUU son una amenaza para la identidad y la integridad futura del país, porque no se asimilan. Hay que agradecerle que reconoce de antemano la derrota de su posición, cuando muchos investigadores con visiones más diferenciadas siguen dudado acaso los latinos no se asimilan y abandonan su lengua en la segunda o tercera generación. Su libro está basado en gran medida en una argumentación lingüística, y esto por una simple razón: Referirse directamente a las razas como causales de los conflictos o la resistencia a la asimilación constituye un delito en los EEUU, y Huntington sería inmediatamente demandado y muy probablemente condenado. El racismo aparece de manera velada, en la superficie aboga por una “sociedad no racial compuesta por individuos multirraciales”.
Paradójicamente, los Estados Unidos de la “progresiva desintegración”, según Huntington, se están transformando en un país crecientemente monolingüe en su población anglosajona. El 65 % de los conocimientos de lenguas extranjeras proviene de las llamadas “lenguas de herencia”, es decir, del conocimiento que tienen los inmigrantes y sus descendientes de sus lenguas ancestrales; sólo un tercio se debe a un aprendizaje nuevo. Los EEUU son el único país de la OCDE sin enseñanza obligatoria de por lo menos una lengua extranjera en toda la educación pública, aunque varios estados adoptaron algún requisito y la mayoría de las escuelas ofrece cursos optativos en lenguas extranjeras. Es decir, el estado se desentiende de cualquier compromiso obligatorio en la enseñanza de otras lenguas. La inscripción en cursos de lengua extranjera en el nivel universitario se redujo del 16.1 % en 1960 a 7.6 % en 1995. Sólo para el español ha avanzado la demanda, que hoy ocupa más del 50% de los cursos en lenguas extranjeras.
Desde el 11 de septiembre de 2001, el gobierno estadounidense intenta revertir esta tendencia, según nos informa Mary Louise Pratt, anterior presidenta de la Modern Language Association. El Pentágono se transformó en el principal agente de inversión en lenguas extranjeras, gastando cientos de millones de dólares en el reclutamiento, programas de enseñanza y conferencias sobre el tema. Su prioridad son las lenguas árabes y otras del mundo islámico, por obvias razones. Al parecer, Osama Bin Laden se les escapó varias veces porque los servicios estadounidenses no tenían la capacidad de traducir a tiempo las llamadas grabadas de Al Qaeda. Ahora, el Pentágono intenta desesperadamente reclutar y formar a hablantes con un dominio avanzado de estas y otras lenguas. Sin embargo, sabemos que un dominio avanzado implica no sólo un estudio prolongado, sino una vivencia en sus países de habla, un conocimiento de sus costumbres y literatura, lo que lleva casi irremediablemente a una cierta identificación cultural. Y en ese momento los candidatos apropiados se transforman en un riesgo de seguridad. ¿No será que estos hablantes proficientes o descendientes de musulmanes trabajen para los árabes? Los clones que busca el Pentágono tienen que hablar excelentemente bien el árabe y al mismo tiempo odiar a sus hablantes. Vemos cómo el imperio cae en los enredos de sus propias trampas.
Una política lingüística apropiada no puede seguir por estos caminos. Tiene que preocuparse de qué manera los seis mil grupos etnolingüísticos del mundo actual pueden convivir pacíficamente en los espacios de los doscientos estados nacionales existentes. Será cada vez menos posible buscarle un territorio propio, exclusivo a las lenguas, como lo intentaban muchas veces las políticas lingüísticas del pasado. En esta tarea de impulsar una orientación plurilingüe, como sería deseable, los bloques regionales juegan un papel importante. A diferencia del TLC norteamericano, la Unión Europea y el Mercosur, cada uno a su modo y ritmo, promueven políticas de plurilingüismo, junto con otras de circulación de sus poblaciones y una verdadera integración cultural. En el Mercosur, compuesto por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, existe un intenso debate sobre las políticas lingüísticas a seguir en la enseñanza de las lenguas. Según los lingüistas argentinos Elvira Arnoux y Roberto Bein, se enfrenta en su país una posición panamericanista, relacionada con el impulso del ALCA bajo hegemonía estadounidense, que promueve el inglés como principal y quizás única lengua extranjera, a una posición latinoamericanista que privilegia la integración regional en base a sus dos lenguas oficiales, el español y el portugués. De hecho en los años noventa surgió un verdadero “boom”, una enorme demanda por el portugués en Argentina y Uruguay y por el español en Brasil. Estos tres países se proponen introducir la otra lengua en forma masiva en la educación primaria, definiéndolas como lenguas de integración regional, no como lenguas extranjeras. Quedaría espacio para el aprendizaje del inglés y otras lenguas extranjeras en la educación secundaria.
En síntesis, una política lingüística plural en este y en otros contextos nacionales o regionales no podría ceñirse a las tradicionales políticas homogeneizadoras del Estado nacional que se limitaron a estandarizar las lenguas respectivas en sus territorios. Tendrá que sustentarse más bien en un concepto de interculturalidad y de comunicación en espacios heterogéneos. En vez de una política de corte “militarista”, donde territorios se conquistan o se pierden, debería ampliar y potenciar los “espacios discursivos” de las lenguas y crear un plurilingüismo aditivo, donde las lenguas pueden compartir diversos campos.
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Abrigo

Enrique Montañez



Un bullicio intenso y continuo le invadía el cuerpo. Nadie se explicaba por qué nunca se quitaba el abrigo que lo cubría desde el cuello hasta los pies; así hiciera calor, así tuviera que dormir. Nunca tuvo mujer; tampoco hizo amistades. En sus momentos de buen humor gustaba de decirle a la gente que era el hombre más dulce sobre la Tierra. Despertó tal inquietud entre sus vecinos que un día lo forzaron a que se quitara el abrigo. Accedió sin quejas, más bien orgulloso: cuando el abrigo cayó inerme al suelo, ya el hombre se había desintegrado en el revoloteo sorpresivo de cientos de abejas.
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LA ROSA DE LOS VIENTOS

Juan Arturo Terán y Mendoza

Lugar común


de mujeres tristes
con la luz del espejismo iluminándoles
la probable sonrisa de la dicha
umbrías soledades entre botanas frías
hurtándole los gestos al tedio
rascándose la garganta por dentro

/miras para acá pero no sonríes/

al contoneo de tus pasos
los gestos recuerdan historias contradictorias
anécdotas contadas por otros para ti
risas estridentes
tintineo de vasos
estos son los sonidos menos falsos de la tarde
aquí es un lugar de desencuentros
donde las sombras proponen
citas a las que nunca llegará la desdicha
dejando intocado el cuerpo.


Mi despacho
sigue siendo el mismo lugar triste que visito a las 9
recipientes vacíos hasta el borde
murmullo seco de cristales
líquidos turbios que distorsionan las piernas
que atraviesan de un filo al otro de mi vaso
observo el taconeo cansino
los muslo
y los labios que sonríen
a otro que quizá se encuentre
atrás de mí

/Me gusta el desdén con que me tratas
porque finges interés
el gesto cliché con el que fumas
me recuerda a otros fumadores
donde la línea blanca de tu media
que adivina la temperatura de tu piel
se descubre sola con su belleza fría
te deseo con la codicia
con la que veo a otras mujeres
porque siendo mía a la mirada
no me perteneces/


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EL SOL DEL TRÓPICO
Suplemento del suplemento de El Sol de Zacatecas


El Museo Activo de la Botica cumplirá su segundo aniversario


El Museo Activo de la Botica celebra su segundo aniversario como centro promotor independiente de la cultura.
Bajo la dirección general del Químico Farmaco Biólogo Uziel Gutiérrez de la Isla, este museo fue conformándose poco a poco, a partir de la célebre Farmacia Galénica.
El aniversario será conmemorado el próximo viernes 26 de Noviembre con una ceremonia en las instalaciones de este museo comunitario, ubicado sobre la calle Donato Guerra de la ciudad de Zacatecas.
Durante el evento, abierto al público, se hará un recorrido por las instalaciones del museo, el cual se compone de varias secciones cuya museografía y mobiliario remiten a tres diferentes épocas en la historia de los expendios de farmacéuticos, conocidos como farmacias, droguerías y boticas.
Durante el festejo, serán leídas las semblanzas de los boticarios Benjamín Romo, Jorge García y Manuel Varela, éstos dos últimos oriundos de Valparaíso. Por otro lado, una breve ceremonia será ofrecida en memoria del guerrero caxcán Tenamaztle.
El Museo Activo de la Botica se encuentra abierto al público, y los sábados es sede de cursos de cultura y magia, dirigidos a niños y niñas de 7 a 12 años.
Este proyecto de promoción cultural está inscrito dentro de la Asociación de Museos Comunitarios de Zacatecas, así como en la Asociación Nacional de Museos Comunitarios.
El Museo Activo de la Botica expone, entre otras cosas, varios instrumentos antiguos utilizados en la farmacobiología. Recipientes y muebles diversos utilizados por los antiguos alquimistas se encuentran también en este museo comunitario, así como libros antiguos relacionados con la química, la medicina y la biología. Sobra decir que en este museo se encuentran también toda clase de sustancias químicas, mezclas, polvos remedios, pomadas y lociones para muy diversos efectos sobre el cuerpo humano.
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Ray Charles, Gógol, la poesía, son sólo algunos de los temas incluídos en el número 94 de la revista Dosfilos, editada en el marco de su treinta aniversario, merced al tesón de José de Jesús Sampedro, hasta el momento el mejor editor en Zacatecas.
Exclusiva para mentes elevadas.
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Cultura, poesía, chismes sobre el Canal 40, crítica a la gestión pública federal y mil monerías por el estilo, aparecen en el número 57 de la revista El universo del Búho, dirigida por René Avilés Fabila. De distribución gratuita, pídala en la librería Educal, en el museo Felguérez.
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Recibimos también la revista mensual Gente In, bajo la dirección de la comunicadora Eliana Reyes. Esta publicación contiene de todo, incluyendo caricaturas, una sección cultural y una literaria, aunque preponderan los temas sociales.
La Comisión Estatal para la Integración Social de los Discapacitados (CEISD) ya tiene su propia revista, dirigida por Claudia Anaya. De excelente factura, la publicación promete.
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EN ESTA ESQUINA...

Nadia Talamantes

Estudió Filosofía en la Universidad Autónoma de Zacatecas, También realizó estudios doctorales en Sevilla. Ha publicado en el diario Reforma y en diarios de Guadalajara. Le cae bien gordo que demos a conocer que obtuvo el mejor promedio de su generación.

Enrique Montañez

(Monterrey, 1973) Egresado de la carrera de Letras Hispánicas por la UAM. Fundador y director de la revista literaria Cuiria. Ha publicado en diversas revistas; participante en el Festival Internacional de Cuento Breve y en diversas mesas redondas sobre literatura.

Juan Arturo Terán y Mendoza

(Estado de México, 1968) Es ingeniero y poeta; actualmente prepara San pancho bar, su segundo poemario. El poema que presentamos en esta edición forma parte del libro en cuestión.