martes, agosto 17, 2004

No. 218. 15 de Agosto de 2004

MUSEO DE POESÍA
Efrén Alfonso García Botello

La Oda al Deporte de Pierre de Coubertin

El personaje
Pierre de Coubertin nació en París, el 1º. de enero de 1863. Fue un hombre culto y de carácter singular: generoso, de voluntad inquebrantable, concepciones revolucionarias, enemigo de ideas preconcebidas y con una gran capacidad de pasar inmediatamente de la teoría a la práctica; tales son los cimientos de los principios que arraigaron en el espíritu de ese joven, y cuyos fines él orientó a resolver las contradicciones de la condición humana y ofrecer a un mundo entonces en plena transformación, una nueva manera de pensar y de actuar.
Increíble: consideró la carrera militar, pero previendo un periodo de paz, renunció a la idea. Inició entonces estudios en la Escuela de Ciencias Políticas, pero la política le resultó decepcionante. Aún estudiante, advirtió la necesidad de una gran renovación pedagógica en Europa, y particularmente en Francia, Estudia entonces pedagogía. En Lausana, Suiza, donde vivió a partir de 1917, se dedicó completamente a ello, logrando avances importantes que sería largo enumerar, pero sin los cuales, los modernos perfiles de la pedagogía y las universidades públicas serían inconcebibles. Por ello, Coubertin merece ante todo el título de “humanista”, aspecto prácticamente olvidado de su vida.
Con sus estudios descubre el esplendor de la Grecia Clásica. Una visita que realiza a los templos y al estadio de Olimpia, hace surgir en él la idea de iniciar las olimpiadas de la era moderna. Integra a su vida los principios olímpicos, pasión que se acentúa con el conocimiento que adquiere de la cultura física. Para él, el olimpismo era indisociable de la cultura, por lo que adoptó aquella premisa según la cual la educación de la inteligencia debe ser simultánea a la del cuerpo: “Cuerpo sano en mente sana”. Seguidor de Tocqueville, sostenía que el deporte y el ejercicio físico eran esenciales en la formación del carácter, y que la educación selectiva llevaría a formar líderes para la democracia liberal. Formó muchas sociedades deportivas, pero aspiraba a crear una con carácter universal.
Los discursos y textos de Coubertin a favor de la plenitud física y el desarrollo del deporte, jalonan toda su existencia. El 25 de noviembre de 1892, en La Sorbona, da la conferencia “El ejercicio físico en el mundo moderno”, y enseguida anuncia el restablecimiento de los Juegos Olímpicos; en 1894, en esa misma tribuna, proclama ante representantes de 14 países la renovación de los Juegos y la fundación de aquella sociedad deportiva universal que soñara años atrás: el Comité Olímpico Internacional (COI), que presidirá de 1896 a 1925 con una dedicación y una competencia poco frecuentes. En 1897, organiza en El Havre un congreso de pedagogía deportiva, donde sus discursos referentes a los Juegos hacen especial énfasis en el problema moral del hombre y de las naciones en el mundo contemporáneo. Crea en 1906 la Sociedad de Deportes Populares, y publica en 1922 un estudio que sería capital para que el deporte –que era visto sólo como una forma de entretenimiento y ocio– fuera considerado elemento esencial de la educación universitaria, criterio que luego se extendió a todo el espectro educativo.
Ya en la pobreza, muere repentinamente en Ginebra, en 1937. Dispone en su testamento que su cuerpo fuera enterrado en Suiza, nación que le dio cobijo, comprensión y abrigo a él y a su obra, y que su corazón fuera llevado al mítico Santuario de Olimpia, motor de su ilusionado y fecundo quehacer olímpico. Allí reposa depositado en una estela de mármol, desde marzo de 1938.

Las olimpiadas
La palabra atleta ha tenido una historia curiosa. Proviene de Grecia y significa, simplemente, “combatiente”; se aplicaba a cada competidor en los juegos públicos, en los ejercicios de carreras, lucha, pugilato, salto, lanzamiento de disco, etc. Todas las naciones que emergieron de la barbarie practicaron algún tipo de atletismo que constituía no sólo un gran espectáculo, sino también el modo de que los más ágiles y fuertes se dieran a conocer y fueran debidamente honrados, para estimular a los jóvenes y mejorar la condición física de los ciudadanos, actividad esencial en esas épocas de guerra. Pero fueron los griegos los que le dieron más importancia al atletismo que cualquier otra de las naciones antiguas.
Cuenta la mitología que cuando Pelops, príncipe del Asia Menor, llegó prófugo a Grecia, allí pidió la mano de la hermosa Hipodamia, hija de Enomao, rey de la Elida. Pero éste, advertido por un oráculo que sería desgraciado con el que fuera su yerno, condicionó tal matrimonio al cumplimiento de una prueba muy difícil. Como él era muy diestro en conducir el carro y poseía corceles tan veloces como el viento, resolvió dar su hija a aquel que lo venciera en una carrera, pero en caso contrario, los vencidos aceptaran una muerte infalible. Pelops pidió ser admitido al certamen, y a pesar de la fuerza de sus caballos, escogidos por el propio Neptuno, no se atrevió a competir de igual a igual. Corrompió al caballerizo de Enomao, Mirtilo, que partió el carro del rey y juntó de nuevo las dos partes de tal manera que a simple vista no se descubría ninguna ranura. En la mitad de la carrera el carro se rompió, pereciendo Enomao. Entonces Pelops unido a Hipodamia en feliz matrimonio, subió al trono de la Elida. Para dar gracias a los dioses de su victoria, instituyó los juegos olímpicos, que en un principio se celebraban cada cinco años, empezaban el 22 de junio y duraban cinco días, en Olimpia, provincia de la Elide, en las Islas del Peloponeso, bautizadas así en honor de Pelops.
Atreo –uno de los hijos de Pelops– ordenó por segunda vez que fuesen celebrados, hacia el año 1250 a.C. Al volver Hércules de la expedición a la Cólquide, reunió en Olimpia a los argonautas para celebrar allí esos ejercicios en memoria del éxito de su expedición, y cada expectador y atleta comprometiéronse a volver a Olimpia para el mismo fin, después de transcurridos cuatro años. Guerras intestinas interrumpieron los juegos durante tres siglos. Ese lapso de cuatro años entre los juegos, recibió el nombre de olimpiada, y a partir de 776 a.C. (fecha de la primera olimpiada de que se tiene memoria) fue adoptada por los griegos como unidad para medir el tiempo. El premio por ganar en los juegos era una simple corona de olivo, pero ese honor era el más alto a que una persona podía aspirar. Los ganadores eran conducidos en triunfo a su patria, sobre un carro tirado por cuatro caballos blancos y, como mayor homenaje, entraban a la ciudad por una brecha expresamente abierta en sus muros.
Obviamente, hoy el panorama no es el mismo. Pero a pesar de que su significado haya cambiado por la gran variedad de deportes existentes, la palabra atleta, en general, conserva la esencia de la acepción original griega, si bien algunos deportes en particular tengan una denominación específica y esa palabra se haya reservado para las disciplinas de pista y campo. Coubertin concibió los juegos específicamente para los deportistas amateurs, ya que éstos eran los más fieles representantes del amor al deporte, sin ningún otro tipo de interés en él, ideal cuya pureza representaba a otras virtudes (constancia, humildad, fraternidad...) que constituían la promesa de un mejor futuro para la humanidad. Las olimpiadas modernas debían ser, así, una magna ceremonia que honrara en los deportistas a los mejores representantes de la raza humana. Hoy día, ese rasgo ha desaparecido. El profesionalismo no sólo le arrebató al deporte amateur su más valioso patrimonio, sino que convirtió a los juegos olímpicos en un gran mercado en donde lo importante ya no es competir, sino ganar. El deporte reducido a negocio.

La Oda al Deporte
Virtualmente olvidada, la revista Sputnik de la extinta URSS, la volvió a publicar con motivo de los Juegos de Moscú en 1980. No solo por su valor literario – del que se han dado opiniones hasta contradictorias, aunque se coincide en señalarla como un poema en prosa – la Oda también interesa por darnos la oportunidad de conocer las fuentes que la inspiraron, y que nos remontan a aspectos poco conocidos de la antigua literatura griega
La historia de la Oda al Deporte es digna de conocerse. Coubertin integró la cultura a los juegos, proponiendo en 1906 la realización de olimpiadas artísticas y literarias, a efectuarse también mediante competencias que se premiarían durante el evento. La propuesta se aceptó, pero no se pudo realizar hasta 1912, en que el COI formó un jurado en Estocolmo, que expidió las convocatorias y recibió las obras. A la hora de calificar las literarias, una entre todas ellas llamó su atención: curiosamente presentada en versión doble y bilingüe: alemán-francés, dos apellidos al calce hacían suponer una coautoría. Era una prosa breve, muy bien cuidada y pródiga en imágenes sorprendentes por su alcance, que en nueve estrofas exaltaban las virtudes del deporte. Con una elevada espiritualidad, el texto intentaba expresar su esencia. Quizá impresionados por el esfuerzo común de un alemán y un francés, que parecía encarnar la fraternidad del espíritu olímpico en un momento en que la tensión internacional entre los dos países –y en Europa toda– era la nota dominante del panorama mundial, los miembros del jurado, sin dudarlo, concedieron al doble autor la medalla de oro (el sistema de premiación era análogo al de los juegos).
A la hora de conocer la identidad de los autores, se dio la sorpresa: resultó ser sólo uno: El mismísimo Pierre de Coubertin. En efecto, durante los juegos de 1912 –que superaron todas la expectativas y supusieron el triunfo definitivo del movimiento olímpico, paradójicamente en la antesala de la Primera Guerra Mundial–, Coubertin tuvo la alegría de figurar entre los laureados y verse coronado por sus pares, tras intervenir anónimamente y en condiciones de total igualdad en un concurso investido por completo del ideal olímpico, donde sólo contaban los méritos de los participantes. Tales circunstancias terminaron por darle un halo singular a ese poema, haciéndolo famoso. Hoy ya no existen las olimpiadas artísticas y culturales. Guerras mundiales, la falta de memoria histórica y otros factores, contribuyeron a su desaparición, y enterraron en el olvido a la Oda.
En su momento, ésta fue objeto de diversas discusiones. Su autor, un consumado ensayista, hasta entonces no había escrito poesía. La crítica ubica a la Oda lejos de lo mejor de su época, pero le reconoce valor literario. El lenguaje del que hace gala remite a las obras del esplendor griego y romano, que en la Europa del XIX cimentara las primeras tentativas de construir una literatura moderna. Su importancia radica más bien en haberse escrito en un género en desuso, y, claro, en las circunstancias históricas en que aparece.
La oda originalmente es una composición lírica de lenguaje entusiasta y elevado, de una gran variedad temática. Figura literaria típicamente griega, en el antiguo argot a los viajes largos abundantes en aventuras adversas o favorables al viajero, se les llamaba odiseas. Con este nombre bautizó Homero a una de sus obras fundamentales, un grandioso conjunto de odas reunidas en torno a un solo personaje. Uno de los censores de Homero –sin que se sepa exactamente por qué– era Platón, gran poeta y atleta, y si no la primera, acaso una de las más grandes figuras olímpicas de todos los tiempos, cuya fama ha llegado hasta la actualidad, y a la cual parecen dedicadas aquellas palabras de Horacio, quien llegó a afirmar que el laurel ganado en Olimpia elevaba al atleta victorioso por encima de la condición humana: “No es ya un hombre –decía–, es un dios”.
¿Tendría todo esto presente el Barón de Coubertin cuando escribió su Oda al Deporte? No lo sabemos, aunque es muy probable. Basado seguramente en el modelo olímpico instituido a raíz de la victoria de Hércules, uno de los semidioses más nobles de la mitología griega, que después de realizar con éxito las doce tareas impuestas por Euristeo “no se preocupó sino de exterminar a los criminales y a los tiranos que oprimían la tierra”, las olimpiadas modernas fueron concebidas como una herencia de épocas mejores (mensajeras de una edad “en que la humanidad sonreía”), un gran patrimonio común, que en la época más oscura de nuestra historia, el siglo XX, se mantuvo como un bastión de esperanza y manifiesto de fe en los mejores rasgos del hombre. Eso también lo hemos perdido. El templo está en manos de los mercaderes. Hoy las olimpiadas son patrimonio de unas cuantas transnacionales, las mismas que ahora esperan el reparto de Afganistán y de Irak, y que han convertido a esos atletas en sus lujosos agentes de ventas.
Nuestra deuda con Pierre de Coubertin es más grande de lo que parece.

Oda al Deporte

I
¡Oh Deporte, placer de dioses, esencia de vida! El medio del calvero gris donde en ingrata labor se agita la existencia moderna, tú apareciste de pronto como radiante mensajero de perdidas edades, de aquellas en que la humanidad sonreía. Y sobre las cimas de los montes se posó un resplandor de aurora, y rayos de luz jaspearon el suelo de las arboledas umbrías.

II
¡Oh Deporte, tú eres la Belleza! Eres tú el arquitecto de ese edificio que es el cuerpo humano y que puede resultar abyecto o sublime según lo degraden viles pasiones o lo cultive sanamente el esfuerzo. Ninguna belleza existe sin equilibrio y sin proporción, y del uno y de la otra tú eres el incomparable maestro, ya que engendras la armonía, ritmas los movimientos, haces graciosa la fuerza e infundes potencia a la agilidad.

III
¡Oh Deporte, tú eres la Justicia! La perfecta equidad, en vano perseguida por los hombres en sus instituciones sociales, alrededor de ti se establece por sí misma. Nadie conseguiría sobrepasar de un centímetro la altura que le es posible saltar, ni de un minuto la duración de lo que le es correr. Solamente sus fuerzas físicas y morales combinadas determinan el límite del éxito.

IV
¡Oh Deporte, tú eres la Audacia! Todo el sentido del muscular esfuerzo se resume en una palabra: osar. ¿Para qué los músculos, para qué sentirse ágil y fuerte, para qué cultivar su agilidad y su fuerza sino para osar? Pero, la audacia inspirada por ti nada tiene de la temeridad que anima al aventurero cuando éste remite al azar cuanto arriesga. Es una audacia prudente y meditada.

V
¡Oh Deporte, tú eres el Honor! Ningún valor tienen los títulos que tú confieres, de no haber sido adquiridos con absoluta lealtad y perfecto desinterés. Si alguien, por cualquier artificio inconfesable, consigue engañar a sus camaradas, sufre en su conciencia la vergüenza del fraude y teme el epíteto oprobioso que a su nombre irá unido si se descubre la superchería de la cual se ha aprovechado.

VI
¡Oh Deporte, tú eres la Alegría! A tu llamada, la carne entra en fiesta y los ojos sonríen; en las arterias la sangre circula abundante y aprisa. El horizonte de los pensamientos deviene más claro y más límpido. Hasta a los afligidos puedes aportar saludable diversión, en tanto que a los dichosos les permites gozar en plenitud la ventura de vivir.

VII
¡Oh Deporte, tú eres la Fecundidad! Por vías directas y nobles tú tiendes al perfeccionismo de la raza, destruyendo los gérmenes mórbidos y de ella restableciendo la necesaria pureza que las taras amenazan. Y al atleta le inspiras el deseo de ver en torno suyo crecer hijos vivaces, robustos, para suceder en la arena y a su vez alcanzar joviales laureles.

VIII
¡Oh Deporte, tú eres el Progreso! Para servirte bien, es preciso que el hombre se mejore en cuerpo y alma. Tú le impones la observancia de una higiene superior, le exiges preservarse de todo exceso. Tú le enseñas las sabias reglas que den a su esfuerzo la máxima intensidad sin comprometer el equilibrio de su salud.

IX
¡Oh Deporte, tú eres la Paz! Tú estableces felices relaciones entre los pueblos, aproximándolos entre sí en el culto de la fuerza controlada, organizada y dueña de sí misma. Por ti la juventud del universo aprende a respetarse mutuamente y así la diversidad de las cualidades nacionales viene a ser la fuente de una generosa y pacífica emulación.


Fuentes

Bibliografía
Nueva Enciclopedia Temática, 27ª. ed., Editorial Cumbre, México 1981, Vol. 13.
Durantez, Conrado: Pierre de Coubertin, el humanista olímpico, Comité Olímpico Español, Madrid 1995.
———————-, Pierre de Coubertin y su ideario, Comité Olímpico Español, Madrid 2000.
Fearn, Nicholas: Zenón y la Tortuga, Grijalbo, España 2003.
Perdomo Moreno, Abrahám: ABC Fábulas, mitología griega y romana, Ediciones Pema, México 1999.

Hemerografía
Coubertin, Pierre de: “Oda al deporte”, trad. José María Alvarez Posada, Sputnik, URSS, 1979.
Zaid, Gabriel: “Citas y aforismos”, Letras Libres, p. 65, año V, no. 58, octubre 2003, México D.F.

Antología Segundo Premio Trópico de Cáncer a la Creatividad Literaria
Este jueves 19 de agosto, usted tiene una cita con nosotros en la sala de exposiciones temporales del museo Pedro Coronel, en punto de las 19 horas.
Ahí será presentada la antología del Segundo Premio Trópico de Cáncer a la Creatividad Literaria, con los comentarios de Nadia Talamantes y Javier Báez Zacarías.
Patrocinada en su totalidad por el Tribunal Superior de Justicia de Zacatecas por segunda ocasión, la antología se presenta en el marco del 40° aniversario de El Sol de Zacatecas.
Está abierta la cordial invitación a todos nuestros lectores –sobre todo a los autores de los cuentos antologados– a que nos acompañen en esta presentación, igualmente patrocinada por el Tribunal.
Esta compilación es la segunda que se desprende del trabajo realizado en el suplemento cultural Trópico de Cáncer, en sus cuatro años de existencia.
La selección de los cuentos en esta segunda antología estuvo a cargo del H. Jurado calificador de este premio en su segunda edición: Evangelina Terán Fuentes, Ignacio Betancourt y Ángel Caamaño Carbajal. Luego de la entrega del Segundo Premio, fue publicada en este suplemento una selección de 35 cuentos, de la cual se rescataron 30 para esta compilación.
Los cuentos antologados son los siguientes: El espejo de Cecilia tiene un vampiro con tos, de Juan Manuel García Jiménez (primer lugar); Un pedazo de torta para Alejandro, de Andrés Briseño Hernández (primer lugar); Doña Julia y el globo de gas, de Rafael Novella Guerrero (segundo lugar); Bemoles barrocos, de Eleazar Hernández Mendoza (tercer lugar); Origen irrefutable del panteísmo literario, de Manuel Iván Ramos Montes (mención honorífica); Lotería, de Vicente Carrasco Gutiérrez (mención honorífica); ¡A otro perro con ese hueso!, de Enrique Morales López (mención honorífica); Esta noche, de Ada Priego Robles; El otro Diego, de Lauro Federico Maldonado; En el principio fue el verbo, de Sergio Alejandro Aguillón Mata; Ángel cruel, de Virginia Alejandra Salmón Gamboa; Gabriel y el teclado, de Pedro Alberto Villarreal Álvarez; El duelo, de Juan José Romero Romero; ...Y vivieron felices, de Gabriel Andrade Haro; Azul caramelo, de Violeta Salmón Gamboa; Lagartija petrificada, lacónica o rata, de Carolina Acosta Escareño; La pata del diablo, de Javier Jáuregui Ocampo; Un hombre en la calle, de Leonardo Carreón Meza; El universo se comprime, de Iván Vladimir Reyna; Vidas, de Simitrio Quezada; El secreto del jardín, de Mauricio Moncada León; Schnoudi, el pastor de los ojos hundidos, de Guillermo Nelson Guzmán; Era de madrugada, de Jesús Vargas Salazar; He aquí el reo, de Margarita Carvajal Pradas; Queridos papás, de Alba Amaranta Hernández Martínez; El escondite perfecto, de Víctor Infante Zamora; Viento Suave, de María Teresa Velázquez; Dios, de Abel García Guízar; El mil moscas, de Liliana Espinoza Núñez, y por último, mas no por ello menor, La pelona de Ana, de Daniela Ramírez Herrera.
En esta ocasión la portada de la antología reproduce una obra del pintor zacatecano Javier Cortés.
A todos ellos hacemos una atenta invitación para que acudan a la presentación de este libro colectivo, con el que este suplemento agradece la amplia participación de la comunidad zacatecana en la serie de certámenes literarios que dio comienzo en 2001.
Haciendo una rápida retrospectiva de la experiencia que ha significado organizar durante tres años consecutivos este concurso literario, hemos registrado experiencias en su mayoría gozosas, desde el apoyo inmediato de amigos, artistas e instituciones, hasta la satisfacción compartida de ver promovido el trabajo de los concursantes.
Cabe mencionar que del Tercer Premio Trópico de Cáncer, será editada próximamente la antología correspondiente, gracias al apoyo del Tribunal y de su Presidente, Magistrado Bernardo Del Real Ávila.
Asimismo, el esfuerzo que El Sol de Zacatecas realiza a través del suplemento cultural, no hubiese sido posible sin la participación de las instituciones patrocinadoras del premio: el Instituto Zacatecano de Cultura, el Instituto Zacatecano de Educación para Adultos y el Consejo Estatal de Turismo. Hacemos constar nuestro eterno agradecimiento al Lic. Felipe Borrego Estrada, anterior presidente del Tribunal Superior de Justicia.

LA ROSA DE LOS VIENTOS

Pasos ocultos a la mirada
Álvaro Solís, con Ricardo Avilés Espejel

Inmolar los aires de profanación
romper los márgenes del desconsuelo de Dios
y en las frías cuencas en donde también habita
o hirvientes llamas de la nostalgia
en ese lugar secreto en donde nadie le busca
colocar una piedra encendida

Dios sale todas las mañanas (sale o entra es igual)
se despabila los ojos evita los espejos y las almas simples
camina por bosques que se construyó cuando pequeño
camina desolado por ríos de agua triste
sobre el aire por debajo de la tierra
camina encima de la piel
y dentro de la mirada por los ruidos de la sombra y de la lluvia
también camina por tus manos y en medio de nuestra lejanía

Dios camina sobre sí mismo
es llovizna que persiste al abandono y a la esperanza.

LA VACA MULTICOLOR
Kutzi Hernández Galván
Menú de propuestas (de chile, dulce y de manteca)

Bien hacen quienes demandan que sean las propuestas las que imperen sobre la crítica en torno a la cultura y sobre cualquier tema en general. Es bueno opinar y conocer las opiniones de los artistas, los promotores culturales, los universitarios, los maestros, los funcionarios y los consumidores de la cultura en general (by the way, por falta de espacio no hemos incluido la sección correspondiente; esperemos que el próximo domingo estemos más desahogados). Sin duda, el que tales opiniones sean propositivas es óptimo, aunque no significa que todas las propuestas sean viables o sirvan de algo.
Bajo este riesgo, nos lanzamos al ruedo con algunas sugerencias –adicionadas con algo de crítica, o acaso son críticas con algo de sugerencias, juzgue usted– que, como ya verá el avezado lector, se refieren a temas variopintos, a imagen y semejanza del rumiante al que alude esta columna. Esperemos que estas propuestas lleguen a ojos o a oídos no sólo de nuestra gobernadora electa, Amalia García Medina y del nuevo rector de la UAZ, Alfredo Fematt Bañuelos, sino de los funcionarios todavía en turno, si es que algo de lo que sigue puede aplicarse de una buena vez.

Por una verdadera cultura ecológica
Debería implementarse un programa vigoroso de concientización ciudadana sobre el cuidado de las plantas y los animales, que es un problema de cultura muy acusado (aunque institucionalmente, claro, compete al Instituto del Medio Ambiente y Ecología). Da tristeza ver a un niño apedreando a un pobre perro caniche, y da más cuando el regaño de su madre consiste en “niño, deja de hacer eso, que romperás una ventana”. También da tristeza ver a nuestro zoológico olvidado, aunque su cercanía con lo que será el museo “Zigzag” es una ventaja que permitiría rescatar todo ese conjunto (La Encantada-DIF-teatro López Velarde-INJUDEZ), que ha estado relativamente olvidado. Se podría implementar un programa que permita que sean los niños los que estén al pendiente del cuidado de los animalitos que quedan en nuestro remedo de zoológico. El desarrollo de esta zona podría llegar al punto que comience a circular una ruta que llegue hasta el teatro y demás zonas recónditas, y con ello reanimar a todo el conjunto.

No olvidemos a los cantereros
Luego del cierre del Centro Arte y Cantera hace unos cinco años, debería dársele cabida a dicha actividad dentro del proyecto La Ciudadela del Arte, por lo menos. No olvidemos que la cantera es uno de los elementos que nos dan identidad regional, y es un material que, como la arcilla colorada, debería integrársele más seguido, aunque sea de adorno, dentro de las obras públicas del estado, para que los edificios estén dotados de esa identidad. No todo en la vida es hierro y concreto.

¿Y el bienestar social?
Los detalles más cotidianos no son los más insignificantes cuando se habla de bienestar ciudadano. Es triste ver que se ha reubicado la parada del camión que antes dejaba a viejitos, señoras embarazadas y tullidos justo frente a la clínica 1 del Seguro Social. De seguro la idea se le ocurrió a algún(a) funcionario(a) con coche del año. Ahora, esta pobre gente tiene que caminar un buen trecho, desde la parada de la nueva mueblería del ISSSTEZAC hasta el hospital, todo por un criterio burócrata basado en estimular la circulación a dicho centro comercial. Esto es sólo un botón de muestra de que la ciudad ha crecido en vialidades para coches, sin que se piense para nada en los peatones. Es como si INFONAVIT diera cocheras en vez de casas.

El que no se mueve, no sale en la foto
Deberían revisarse y reestructurarse las instancias de comunicación social de la Universidad Autónoma de Zacatecas, que –salvo honrosas excepciones– se han distinguido por su ineficiencia en lo tocante a la difusión de información cultural oportuna, y esto también va para otras dependencias extrauniversitarias. Aquí va un dato: entre las instituciones, organismos y empresas a las que compete el rubro de la cultura, la instancia que más contacto ha tenido con la fuente cultural de los medios locales a través de boletines, conferencias de prensa y actividades en los últimos años, ha sido el Instituto Zacatecano de Cultura. Le sigue el CONACULTA, que constantemente envía boletines por internet y por paquetería; luego están los museos y la iniciativa privada: Dosfilos, la librería Andrea, el Museo de la Botica, PROMOCULZA, las dos galerías, Arroyo de la Plata e Irma Valerio, etc. Le siguen la SEC y el IZEA, y al final la UAZ. En años anteriores todavía recibíamos la programación –que no boletines– del Teatro Calderón y de la Unidad de Música, pero hoy, ni siquiera eso. Quizá la UAZ debería adoptar el lema de la Universidad de Guadalajara: “Piensa y trabaja”.

Revisión jurídica de la educación zacatecana
Esta idea no es mía, sino de Efrén Alfonso García Botello, que para hablar de temas jurídicos es más indicado sin duda. Debería contratarse a legistas especializados en el tema de la educación (que en Zacatecas no los hay) y regularse la actividad educativa en el estado, pues hay un vacío terrible en las leyes de educación, con resultados catastróficos. La UAZ es claro ejemplo de ello, y el gobierno debe obligar a esta institución a que se autoregule, para evitar que en su interior se haga y se deshaga de manera arbitraria (como cuando le fue otorgado el doctorado honoris causa a Fidel Castro, por ejemplo, bajo criterios políticos y no académicos, cuando ni en la ley orgánica universitaria ni en los estatutos existe esa figura).

Y no olviden...
El jueves 19, a las 19 hrs., en el museo Pedro Coronel. Habrá vinillo de honor.
EL SOL DEL TROPICO
Suplemento del suplemento de El Sol de Zacatecas

Informe sobre cultura, el primero en 18 años
El primer informe que en 18 años fue rendido a la sociedad zacatecana por parte del Instituto Zacatecano de Cultura (IZC), fue presentado el jueves pasado por el director de dicha instancia, David Eduardo Rivera Salinas, en el auditorio del museo de Arte Abstracto “Manuel Felguérez”, ante una nutrida concurrencia.
Rivera Salinas informó que durante la gestión de Ricardo Monreal, de 17 millones ejercidos por la administración anterior, la inversión en el presente sexenio ascendió a 71 millones y medio, lo que se traduce en un crecimiento del 300 por ciento en dicha inversión. Hizo una comparación entre los 12 millones 670 mil 930 pesos ejercidos en gasto corriente durante el sexenio 1992-1998, contra los 88 mil 517 mil 749, lo que representó un crecimiento del 698.5 por ciento en dicho rubro.
David Eduardo Rivera señaló que las instituciones públicas no regulan la cultura, sino las políticas culturales. Al hacer una síntesis prospectiva, el maestro en ciencias señaló que el trabajo realizado sienta las bases para un futuro fortalecimiento de los recursos humanos disponibles para la cultura; la educación, la producción artística, y la necesaria creación de una Secretaría de Cultura.
Consideró que en todo análisis que se haga respecto a la cultura, debe basarse en información concreta, fuera de intereses de grupos y de las emociones particulares de quienes intervengan en la discusión sobre el tema.
Por su parte, Rafael Sescosse Soto, secretario de Desarrollo Económico y representante del gobernador, hizo uso de la palabra para reconocer la ruptura de 18 años de silencio sobre la función cultural pública; dijo que los funcionarios están obligados a informar a los ciudadanos sobre lo que se hace “con sus recursos y con sus ideas”. Afirmó que el impulso a la cultura durante la gestión monrealista ha dado pie a que los zacatecanos se involucren en un tema que antaño “sentíamos impuesto”.

Fue un informe completo, opinan
Kutzi Hernández Galván
Entrevistados por El Sol de Zacatecas, políticos, promotores culturales y artistas coincidieron en opinar que el informe sustentado por el maestro David Eduardo Rivera Salinas, director del Instituto Zacatecano de Cultura, fue completo y detallado.

“Para nosotros, como CONACULTA, es muy gratificante encontrarnos con una muestra ejemplar, verdaderamente, de lo que es una colaboración entre CONACULTA y los estados. Es una colaboración siempre muy respetuosa porque en primer término nos relacionamos con las políticas culturales que el estado implementa. En este caso, en el informe que acabamos de ver, yo creo que algo que salta a la vista, es la existencia de una política cultural de estado, a partir de la cual se desprenden políticas culturales orientadas justamente a dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía, del estado en su conjunto; igualmente pudimos ver programas que de manera específica dan respuesta o satisfacen los requerimientos de esas políticas culturales; de tal manera que podemos ver en suma un resultado de la gestión realmente muy exitosa, que evidencia un trabajo muy estructurado y muy claramente orientado hacia resultados”.
Salvador Castro De la Rosa, Director de Vinculación de Estados y Municipios, CONACULTA

“Me parece un informe muy completo, muy puntual, muy claro, y creo que así es como deben hacerse las cosas, diciendo todo lo que se ha hecho, abarcando lo que se ha hecho, pero no solamente eso, sino abarcando todo lo que tiene que hacerse, que como decía David Eduardo, es un ejercicio reflexivo, pero también propositivo. Es un proyecto en construcción, el de la cultura en Zacatecas. No obstante que es centenario, tiene mucho futuro. Yo creo que marca un parteaguas en Zacatecas, donde se ve que el gobierno del estado tiene proyecto, tiene idea y tiene estrategia, y que además es una estrategia envolvente, incluyente, en donde hoy por hoy, los actores de la comunidad artística, no solamente los artistas como tales, sino los promotores, los gestores, están teniendo un espacio como debían haber tenido desde hace muchos años. Me felicito en lo personal de haber tenido oportunidad de oír este informe, felicito a David Eduardo por ese profesionalismo y esa entrega que tiene, de hacer las cosas y que Zacatecas y los zacatecanos nos merecemos eso y más”.
Rafael Sescosse Soto, Secretario de Desarrollo Económico.

“Estamos muy contentos, muy satisfechos. Es la primera vez que se lleva a cabo un evento de este tipo. Estamos muy contentos con el trabajo realizado por el Instituto Zacatecano de Cultura; el Consejo Estatal de Turismo convive mucho con el instituto; tenemos programas en conjunto como la Agenda Cultural y constantemente estamos en contacto para una serie de actividades, y hemos visto cómo se ha desarrollado estos seis años el gran impulso al área cultural. Nosotros desde un principio intentamos apoyarlo a través de la agenda, porque entre más cultura le demos a Zacatecas, más se nos revierte, hablando del Consejo de Turismo, en turistas contentos, en turistas satisfechos, que vienen y que encuentran los museos más hermosos del país. Somos la ciudad con más museos que por habitante tiene”.
Jaime Guerrero González, director del Consejo Estatal de Turismo.

“Yo creo que en estos tres años en los que el maestro David Eduardo estuvo al frente, demostró una pluralidad a las diversas artes; en lo que a mí concierne, me parece que es un resultado óptimo, y además interesante y con ganas de continuar con las propuestas de trabajo que vayan encaminadas hacia la descentralización de la cultura en Zacatecas, que comúnmente en otros sexenios se había visto como muy centralizada, con poco interés de las autoridades hacia ese campo, y me parece que se están abriendo... se dio el inicio hacia una nueva manera de pensar en relación al apoyo del arte, a los mismos creadores tener otra actitud hacia la cultura y la creación, y las propuestas de nosotros como artistas”.
Sarah Ortiz, mezzosoprano.

“Es una de las manifestaciones más claras de que la cultura en Zacatecas tiene un papel central, predominante. Me extrañó mucho que en 18 años nunca se hubiera informado de la actividad del instituto, de las instancias gubernamentales para apoyar el desarrollo de la cultura en el estado, y con la información y con el planteamiento que hace el maestro David Eduardo Rivera, queda muy claro que la cultura en Zacatecas es uno de los núcleos de desarrollo fundamentales de todo el estado. El informe es muy objetivo, está muy completo, fue leído de manera muy serena, reposada, brillante, diría yo, y es una garantía de que los gobiernos de esta entidad van a otorgarle al ámbito cultural y artístico que siempre ha merecido”.
Sergio Espinosa Proa, filósofo y docente universitario.

“Yo creo que ha sido un informe muy extenso, no estábamos anteriormente informados sobre informes de cultura, y esto nos da un panorama y un apoyo para saber qué es lo que se maneja en la cuestión cultural en el estado. Nos abre también el panorama a la comunidad artística para colaborar, para seguir trabajando juntos, para seguir apoyando programas”.
Ismael Guardado, pintor.

“Yo creo que fue un informe muy completo, muy detallado, marcando la importancia que se le debe dar y que se le ha dado en este sexenio a la cultura, en todos los ámbitos, tratando todos los rubros, porque ha sido muy importante tanto museos como patrimonio, la atención de la lectura, la atención de los niños, en fin, la puesta en marcha de tantos programas con apoyo de CONACULTA, la ampliación de los museos comunitarios. Creo que fue un informe muy amplio y muy detallado”.
Julieta Medina, Directora del Museo Zacatecano.

“Yo creo que es muy importante que por primera vez se haya vertido el informe en el ámbito cultural, ya que de alguna manera como que había estado limitada la cultura; nuevamente resurge, con el lema que manejó el maestro y el gobernador, de un renovado impulso a la cultura. Aplaudo a David por el esfuerzo que hizo en los tres años que le tocó dirigir al instituto; nosotros en particular como museos recibimos mucho apoyo de él. También veo que la cultura a partir de lo que se informa y de la iniciativa que hay, seguramente tendrá un lugar preferencial en la próxima administración. Eso esperamos todos”.
Víctor Hugo Becerra, Director del Museo de Arte Abstracto “Manuel Felguérez”.

“Me parece un informe bastante completo, amplio, muy modesto, como debe ser un informe cultural que abarque todas las áreas de la cultura en el estado, y bueno, un reconocimiento a David Eduardo por la gestión que ha hecho a través de gobierno del estado y a través de CONACULTA. Yo creo que ha sido una gestión estupenda”.
Jesús Reyes Cordero, pintor.

“Creo que David Eduardo hizo una labor más encaminada hacia el trabajo nacional y a la apertura de nuevas formas de interrelación. Creo que ese ámbito fue muy enriquecedor en su periodo, y más que nada creo que ha creado nuevas visiones de trabajo y se debe rescatar lo que se ha hecho porque de ahí es el plan de seguir proyectando a los grupos artísticos que se han formado por parte del instituto, pero que no se desajuste esa línea porque de ahí se va abrir más, en tanto no haya academias y escuelas formales”.
Itzia Baltazar, actriz.

“En particular me encantó. Nunca nos habían dado una información clara del destino que habían tenido los recursos y el uso que habían tenido todos los espacios culturales. Hoy nos dieron un amplio panorama de la actividad cultural que se realiza desde la institución”.
Luis Humberto Hernández Monreal, Coordinador del Diplomado en Gestión Cultural.

“Me parece muy completo. Abarca el poco tiempo que estuvo el maestro Rivera, pero que ha sido todo un éxito; a partir de su intervención ha sido todo apoyo, todo sensibilidad... ¿qué más podemos pedir?”.
Georgina Gómez, pintora.

“Se me hizo un informe muy completo; es la primera vez que asisto a un acto así y que lo hace un director de un instituto... Ojalá haya una continuidad en este proyecto, para que no se corten algunos que ya están avanzados, otros que ya están por venir”.
Alejandro Nava, pintor.


Convocan a escribir sobre obra de Goytisolo
El departamento de Lenguas Modernas de la Universidad de Guadalajara convoca a la comunidad universitaria y a demás interesados a participar con un ensayo sobre la obra del escritor español Juan Goytisolo, ganador del Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo 2004.
Con los ensayos presentados que sean aprobados por el consejo editorial, se publicará un libro que será presentado en el marco de la Feria Internacional del Libro de este año. Los ensayos deberán tratar algún aspecto de la obra de Juan Goytisolo; cada trabajo tendrá una extensión de 15 a 20 cuartillas, a renglón y medio de separación, con tamaño de letra de 12 puntos. Se entregarán impresos en papel acompañados con un diskette con el archivo en cualquier procesador de palabras.
Se deberá anexar un breve currículum del autor en media cuartilla. Los interesados deberán inscribirse a más tardar el viernes 28 de agosto, vía correo electrónico, con el compilador del libro, maestro José Brú. La fecha límite para entregar los ensayos es el viernes 1° de octubre de 2004. Informes en Av. Guanajuato 1047, planta baja, sector Juárez, C.P. 44260, Guadalajara, Jal. Tel. 38 19 33 51 y 38 19 33 64.

EN ESTA ESQUINA...
Efrén Alfonso García Botello
Es licenciado en derecho y maestro en Ciencias Sociales. Fundó la revista estudiantil El vuelo del búho, así como la página volante Papel poesía. Ha sido incluido como poeta en la antología 23 muchachos en el mar de los feacios.

Álvaro Solís Castillo
Premio Tabasco de Poesía 2003 “José Carlos Becerra”, tiene publicado el libro de poesía “También soy un fantasma”, Actualmente es becario de la Fundación para las Letras Mexicanas A. C.

sábado, agosto 07, 2004

No. 217. 8 de Agosto de 2004

Segunda Antología del Premio Trópico de Cáncer a la Creatividad Literaria

La tan esperada en Zacatecas, segunda antología del Premio Trópico de Cáncer a la Creatividad Literaria, por fin será presentada el próximo jueves 19 de agosto, en la sala de exposiciones temporales del museo Pedro Coronel, en punto de las 19 horas.
Editada nuevamente por el Tribunal Superior de Justicia de Zacatecas, esta compilación es la segunda que se desprende del trabajo realizado en el suplemento cultural Trópico de Cáncer, en sus cuatro años de existencia.
La selección de los cuentos en esta segunda antología estuvo a cargo del H. Jurado calificador de este premio en su segunda edición: Evangelina Terán Fuentes, Ignacio Betancourt y Ángel Caamaño Carbajal.
Luego de la entrega del Segundo Premio, fue publicada en este suplemento una selección de 35 cuentos, de la cual se rescataron 30 para esta compilación.
Los cuentos antologados son los siguientes: El espejo de Cecilia tiene un vampiro con tos, de Juan Manuel García Jiménez (primer lugar); Un pedazo de torta para Alejandro, de Andrés Briseño Hernández (primer lugar); Doña Julia y el globo de gas, de Rafael Novella Guerrero (segundo lugar); Bemoles barrocos, de Eleazar Hernández Mendoza (tercer lugar); Origen irrefutable del panteísmo literario, de Manuel Iván Ramos Montes (mención honorífica); Lotería, de Vicente Carrasco Gutiérrez (mención honorífica); ¡A otro perro con ese hueso!, de Enrique Morales López (mención honorífica); Esta noche, de Ada Priego Robles; El otro Diego, de Lauro Federico Maldonado; En el principio fue el verbo, de Sergio Alejandro Aguillón Mata; Ángel cruel, de Virginia Alejandra Salmón Gamboa; Gabriel y el teclado, de Pedro Alberto Villarreal Álvarez; El duelo, de Juan José Romero Romero; ...Y vivieron felices, de Gabriel Andrade Haro; Azul caramelo, de Violeta Salmón Gamboa; Lagartija petrificada, lacónica o rata, de Carolina Acosta Escareño; La pata del diablo, de Javier Jáuregui Ocampo; Un hombre en la calle, de Leonardo Carreón Meza; El universo se comprime, de Iván Vladimir Reyna; Vidas, de Simitrio Quezada; El secreto del jardín, de Mauricio Moncada León; Schnoudi, el pastor de los ojos hundidos, de Guillermo Nelson Guzmán; Era de madrugada, de Jesús Vargas Salazar; He aquí el reo, de Margarita Carvajal Pradas; Queridos papás, de Alba Amaranta Hernández Martínez; El escondite perfecto, de Víctor Infante Zamora; Viento Suave, de María Teresa Velázquez; Dios, de Abel García Guízar; El mil moscas, de Liliana Espinoza Núñez, y por último, mas no por ello menor, La pelona de Ana, de Daniela Ramírez Herrera.
En esta ocasión la portada de la antología reproduce una obra del pintor zacatecano Javier Cortés.
A todos ellos hacemos una atenta invitación para que acudan a la presentación de este libro colectivo, con el que este suplemento agradece la amplia participación de la comunidad zacatecana en la serie de certámenes literarios que dio comienzo en 2001.
Haciendo una rápida retrospectiva de la experiencia que ha significado organizar durante tres años consecutivos este concurso literario, hemos registrado experiencias en su mayoría gozosas, desde el apoyo inmediato de nuestros amigos, artistas e instituciones, hasta la satisfacción compartida de ver promovido el trabajo de los concursantes.
Por fortuna, raros fueron los incidentes contrarios a nuestra voluntad. Entre ellos figura la inclusión de datos falsos en la información curricular de uno de los autores, Tryno Maldonado, en la primera antología, donde se publicó que el aludido era becario de la SOGEM. Dado que de buena fe transcribimos las referencias proporcionadas —e inventadas— por el aludido, nos deslindamos ahora —ya que no hubo oportunidad de hacerlo en el pasado— de tal desatino.
Cabe mencionar que del Tercer Premio Trópico de Cáncer, será editada próximamente la antología correspondiente, gracias al apoyo del Tribunal y de su Presidente, Magistrado Bernardo Del Real Ávila.
Asimismo, el esfuerzo que El Sol de Zacatecas realiza a través del suplemento cultural, no hubiese sido posible sin la participación de las instituciones patrocinadoras del premio: el Instituto Zacatecano de Cultura, el Instituto Zacatecano de Educación para Adultos y el Consejo Estatal de Turismo. Hacemos constar nuestro eterno agradecimiento al Lic. Felipe Borrego Estrada, anterior presidente del Tribunal Superior de Justicia.
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El teatro de títeres como apoyo en la educación y la psicoterapia

Martín Letechipía Alvarado
A lo largo de la historia, el títere ha servido como instrumento de educación. De esto tenemos constancia en el antiquísimo teatro de sombras hindú, en el popular y trashumante teatro guiñol de Federico García Lorca y en el proyecto socio cultural soviético conocido como petruska.
En México, desde 1929 se inaugura en la casa del estudiante indígena, el primer teatro de títeres impulsado por la SEP. Por estos mismos años, el artista plástico Leopoldo Méndez, siendo jefe del departamento de Bellas Artes, dotó a las escuelas de las secretarías de educación la infraestructura para la conformación de teatritos escolares.
En 1930 inicia la época de oro del guiñol en México, periodo en el que se involucran en la animación, construcción y composición literaria y musical, una treintena de artistas sensibles al arte popular, tales como Juan Guerrero, Gabriel Fernández Ledesma, Germán Lizt Arzubide, Julio Castellanos, Graciela Amador (quien fuera en esos tiempos esposa de Alfaro Siqueiros), Germán Cueto, Fermín Revueltas, Ramón Alva de la Canal, Angelina Belloff (pintora rusa, ex esposa de Diego Rivera), Enrique Assad y Silvestre Revueltas, por mencionar sólo algunos.
En 1940, siendo Secretario de Educación Jaime Torres Bodet, se crearon las brigadas nacionales de alfabetización; entre ellas, los títeres fueron parte fundamental.
En Chiapas, gracias al impulso de la escritora Rosario Castellanos y al departamento de teatro guiñol de Bellas Artes, se creó el teatro Petul; los personajes en este proyecto titiritero fueron de tipo indígena y hablaban el idioma tzeltal y tzotzil, además de que los guiones que interpretaban estaban hechos a petición de los especialistas en salubridad, educación, caminos, agricultura y otras áreas de servicio social.
En el teatro indígena chiapaneco, Petul es el personaje inteligente, promotor del progreso y Xun es el supersticioso y reaccionario, el que en palabras de la propia Rosario Castellanos es “el que no quiere asistir a las escuelas del instituto para alfabetizarse y castellanizarse, el que desdeña las sugerencias de los técnicos agrícolas para el cultivo de la parcela, el que no quiere ir a la consulta al médico para recuperar la salud, el que no quiere prestar su ayuda para que construyan los caminos vecinales...”
En los inicios de la televisión mexicana, el maestro Juvenal Fernández tuvo la oportunidad de elaborar y difundir programas de corte cultural e histórico con teatro de títeres, todo esto a través de la unidad de televisión y servicios educativos de la SEP. Así mismo, en 1976, el TETLI, fundado por la maestra Raquel Bárcena, difundió por medio de la televisión nacional series educativas con muñecos tales como “Tiliches y trebejos” y “Matilde y sus amigos”.
Ahora bien, cabe preguntar: ¿Qué naturaleza conforma al títere, que lo hace tan sugestivo? ¿De dónde surge la capacidad de encantamiento, siendo que apenas son diminutos muñecos de trapo, madera o cartón?
Carlos Converso, tratando de responder, anota: “El títere se revela de golpe, impacta la sensibilidad concreta, resume gestos y actitudes, su fuerza nos impresiona, pero no por ser copia fiel de la realidad, sino por expresar de manera nítida y contundente los rasgos esenciales de la máscara...”
Guillermo Murray dice también: “Los títeres expresan nuestros estados emocionales más profundos y diversos de un modo rudimentario pero eficaz; nuestros estados anímicos más profundos y estables son las emociones y éstas las experimentamos con todo el cuerpo. Los títeres juegan con nuestras proyecciones e introyecciones emocionales...” J. Finkel nos hace ver que los títeres participan de lo fantástico y lo ridículo, de lo asombroso y lo cotidiano, de lo mezquino y lo sublime. Al niño no le infunde ninguna clase de miedo ni inhibición, se siente libre ante él, ese muñeco que corre, se agita, ríe y pega, hace lo que el niño quisiera hacer en la vida real y que reprime. Para los niños, el teatrito es la continuación de su juego y este juego en los niños tiene mucho de realidad y ellos se encantan de ver reflejada esa realidad, en el teatrino con muñecos que usan un lenguaje cómico.
Hay problemas que angustian secretamente a un niño y le gusta verlos representados en tono humorístico; esta función terapéutica donde casi siempre vence el débil y el pequeño, es similar a la de los cuentos de tradición oral en el mundo.
En el campo de la psicoterapia, los títeres desde hace algunos años han sido un instrumentos formidable de diagnóstico y rehabilitación. El doctor J. Howel plantea que los títeres sirven de diagnóstico, pero además sirven de terapia en casos de niños neuróticos. Cuando el niño representa con muñecos, deja libre su fantasía y agresividad, provocando una catarsis; da libre expresión a sus tendencias agresivas y expresa sus problemas, corporiza sus dificultades emocionales y sociales.
En Francia Madeleine Ramber emplea métodos psicoanalíticos relacionados con los títeres. Según estudios, el juego con títeres se adapta perfectamente a las necesidades de los niños; las escenas que inventan varían no solamente de acuerdo con su edad, sino también con su personalidad. El títere obedece al capricho de quien lo impulsa, todos sus movimientos son consecuencia de las ideas que le atribuye el animador, es “yo mismo” y no un muñeco; eso es lo que le da un valor como técnica psicoanalítica, ya que resulta semi viviente.
El doctor Bryan utiliza además en sus terapias un espejo, lo que permite que los usuarios actores vean lo que hacen, se ven proyectados en los caracteres que representan.
En clínicas psiquiátricas, el doctor W. H. Whiles ha utilizado de igual manera títeres y ha concluido que los niños que tienen disturbios físicos de origen emocional y que denotan inhibición, son los más ayudados por los muñecos; de esta manera se acelera un tratamiento que tardaría meses en concluirse. La elección de los títeres y la manera de usarlos, grosera o suavemente, son hechos muy reveladores.
Cuando el niño tiene el títere, se olvida de sí mismo; acepta el lado bueno y malo de su personalidad. Con los títeres, algunas veces representa el mundo que quisiera o que le lastima, y cuando el niño controla los títeres, tiene un sentimiento de poder, de haber controlado el mundo exterior.
Cuando el niño usa los títeres, expresa sus relaciones familiares con mucha mayor facilidad y se siente seguro al estar detrás de la cortina del escenario.
El doctor E. Dawson realiza terapias con niños que están enfermos del corazón, representando obras con títeres en las mismas camas del hospital; los niños se divierten y no sólo eso, sino que los muñecos pueden danzar, marchar dar saltos y correr por los niños. Los títeres distraen la atención de los infantes en momento de dolor, debido a curas e inyecciones periódicas.
Mikel Aronoff ha utilizado títeres en terapias con niños pequeños que tenían que aprender movimientos de boca complicados; sin embargo, al imitar al títere, se facilitaba la tarea. Aronoff experimentó que al trabajar con niños con enfermedades graves; los títeres ayudaban a liberar la voz que éstos necesitaban para afrontar el dolor; también ayudan a los niños a prepararse para las cirugías, pues los títeres ayudan a liberar emociones relacionadas con los miedos. En Buenos Aires, el doctor Jaime Rojas ha trabajado psicodrama con títeres; los pacientes que participan sufren diversos trastornos mentales. El doctor Rojas descubrió que el títere era un puente comunicacional que logra, igual que la máscara, romper la cápsula de los pacientes autistas.
Y es que el títere elimina la mayor parte de los mensajes comunicacionales naturales por ser figuras estáticas inmóviles, sin la riqueza expresiva del rostro humano, la que precisamente en los pacientes sicóticos causa la interrupción comunicacional.
El doctor Rojas nos señala que el objeto intermedio, o sea el títere, es para el sicótico un nuevo estímulo que le señala la existencia de un afuera. Otra de las cualidades de los títeres como objetos intermedios, es que son instrumentales; en este caso, el objeto intermedio es utilizado como una prolongación del paciente. Muchas situaciones de sexo y violencia difíciles de manejar pueden ser resueltas con muñecos. Un ejemplo de esto se encontró en un paciente que decía que era un personaje histórico que había sido decapitado por su mujer; él quería dramatizar lo ocurrido pero al revés, es decir, que la decapitada fuera su esposa. El paciente decide ser el que maneja la guillotina, se trabaja con títeres y él mismo elige a sus personajes; un yo auxiliar mujer representa a la esposa. El paciente con su títere corta la cabeza del títere que representa a su mujer; la cabeza rueda por el suelo como viendo al auditorio; el paciente sorprendido sonríe turbado: se ha cumplido su venganza.
En otro caso similar de decapitación, el títere sin cabeza queda como expresión concreta de violencia; la toma de conciencia es clara y compartida. Al poco tiempo, el títere sin cabeza le pide al otro que se la devuelva y así sucede; hay aplausos y al finalizar, todos vuelven al auditorio y se inician los comentarios.
La cantidad de aplicaciones terapéuticas con teatro de títeres es vasta. Por ahora, tan sólo es necesario anotar que en la universidad de los Andes, la doctora Betty Osorio utiliza teatro de títeres para desarrollar aspectos tales como percepción visual, memoria constancia perceptual, selección de figura, fondo, memoria de secuencia visual y elaboración mental de asimilación y acomodación.
Ojalá muy pronto las escuelas normales de México y de nuestros estado, los educadores en general y los terapeutas puedan comprender que el teatro de títeres es un instrumento fabuloso que debe ser utilizado para elevar la calidad de educación y vida de nuestros niños; mientras tanto, a muchos de nosotros, los titiriteros independientes, nos toca seguir luchando cotidianamente, ofreciendo nuestras obras y cursos en escuelas que no en todos los casos nos abren las puertas.

La ex hacienda de La Salada: Una historia oculta

Texto y fotos: Ángeles de la O

Una de las principales preocupaciones que actualmente están mostrando diversas regiones del Estado de Zacatecas, es aquella que versa sobre el rescate de sus fuentes históricas, así como la de los elementos que de una u otra forma han venido a conformar su acervo cultural a través del tiempo.
La promoción de las actividades culturales, particularmente a nivel de las comunidades de los municipios, no sólo tienden a fortalecer algunos de los nexos que las mantienen unidas, sino también a establecer rasgos de identidad propia entre ellas. Tal es el caso de la comunidad de La Salada, Fresnillo, Zac., donde es posible apreciar a simple vista una riqueza cultural y un legado histórico importante.
La comunidad de La Salada se ubica entre los Municipios de Fresnillo y Río Grande; dista del municipio de Fresnillo aproximadamente unos 48 kilómetros.
La Salada es conocida por propios y extraños por su laguna de aguas salitrosas, de donde se extrae un material llamado tequexquite, producto natural que se obtiene precisamente del salitre de las aguas de esta presa, que se utiliza como desparasitante para el ganado vacuno.
Entre sus riquezas, destaca la arquitectura de las construcciones de su ex hacienda, construcción que data de 1820. Sus propietarios fueron los españoles Don Ángel Ortiz Fierro y Doña Ana María Llaguno, quienes tuvieron dos hijos, de nombre Ángel y Antonio Ortiz Llaguno. Actualmente, sólo sobrevive un miembro de esa familia, la señora Carmela Ortiz Llaguno, que vive en la Ciudad de Zacatecas, capital del estado.
En dicha ex hacienda, a lo largo de una superficie de cinco hectáreas se localizan la iglesia, la casa principal, la huerta y los corrales de ganado y trasquila de borregas. Arquitectónicamente destacan las dos primeras construcciones, levantadas con piedra, adobe y ladrillo, revestidas con cantera. Parte de la arquitectura de la casona son grandes portales, que enmarcan la puerta principal de la casa, hecha de madera. Ventanas y balcones conservan aún sus protecciones de hierro forjado, que dejan ver un exquisito gusto por el arte churrigueresco.
En el interior de la casa existen varias habitaciones, cuyas ventanas ostentan un marco de cantera adornado en su parte superior con una concha, símbolo de la fe católica. Las paredes exteriores aún conservan algunos adornos color azul añil, que a pesar del paso del tiempo, aún resaltan. También se conservan los pisos originales de ladrillo.
Por desgracia, por algún tiempo la casa estuvo totalmente sola. Víctimas del abandono, algunas de las habitaciones se han ido derrumbando, algunas puertas se han caído o se han deteriorado gravemente por la humedad y la lluvia, que también ha dejado estragos en los pórticos labrados en cantera.
En el patio principal hay parras, un ciruelo y algunos lirios. Al centro del jardín un pozo, que aún tiene agua, y en su brocal unas pequeñas macetas que adornan y embellecen la construcción.
Al salir al corredor de la casa se encuentra la puerta que da al jardín, con un símbolo católico que ostenta la inscripción I.N.R.I. seguida de un crucifijo. Se cree que antes de que la familia Ortiz Llaguno fueran los propietarios de la hacienda, ésta era un convento de las madres clarisas.
En la parte posterior de la casa hay una puerta de salida, un portón de madera a cuyo costado se encuentra una noria, cuya agua no sólo se usaba para dicha construcción, sino también para regar sus hortalizas, donde se sembraba jitomate, cebolla, zanahoria, rábano y calabacita. Esa noria tiene ocho metros de profundidad, funciona mediante una cigüeña, accionada con un asno que daba vueltas alrededor de ella, extrayendo así el líquido, proceso que duraba hasta que se llenaba una pila ubicada en uno de los corrales donde se encontraba el embarcadero de ganado. En alguno de esos corrales se pueden apreciar sus grandes caballerizas y sus pesebres.
Esta descripción, a pesar de ser muy general, deja ver la importancia que tuvo la hacienda, a la que pertenecieron, además, la Estación Gutiérrez, La Encantada, La Quemada y Cañitas Viejo.
Aún matizado por las huellas del esplendor y la bonanza, esto es apenas la superficie de una rica historia, actualmente oculta entre los muros de su iglesia, su casona, sus corrales e incluso en parte de una muralla que forma parte del conjunto, una historia que debemos rescatar y conservar.

LA ROSA DE LOS VIENTOS
Sin título
Guillermo Velázquez

Llegan los norteños masticando inglés
Vuelven a la fiesta, vuelven a su tierra
Se acaba la fiesta y a seguir la guerra
En busca del dólar se van otra vez.

De aquí de este rumbo, como de onde quiera
Hay muchos paisanos que están en el norte
Ya documentados o sin pasaporte
Por aire, agua o tierra cruzan la frontera
Unos ya la hicieron con alguna güera
Y a otros la tantiada les salió al revés
Pero como sea, siempre llega el mes
Del día de la fiesta donde está su ombligo
¿A poco no es cierto lo que yo les digo?

Chorrean camionetas por las autopistas
Con placas de Texas, California y Utah,
Nevada, Wisconsin, Illinois y en ruta
wagoners y coches que hablan de conquistas
Lejos de los gringos y los contratistas
vuelven a su pueblo, su rancho tal vez
se sienten de nuevo como en agua el pez
y hallan extraviados remansos de paz
con viejos amigos, novias o papás.

Y estalla la fiesta con sus jaripeos
que enmarcan crisis, penas y tristezas
palenques de gallos, carpas de cervezas
mil abrevaderos para mil deseos
y los emigrados lucen sus estéreos
en camionetotas de cromada tez
corridos de narcos y de intrepidez
bandas, quebraditas, los “Tigres” resumen
machismos y orgullos a todo volumen.

Se acaba la fiesta y se van los norteños
Entre los sollozos y las despedidas
De papás, esposas, novias... o queridas
Porque ya sin fiesta se sienten fuereños
Regresan al norte persiguiendo sueños
Al dólar, al “jale”, al “okay” y al “yes”
ires y venires hasta la vejez
algo en ellos vive y algo ya se ha muerto
si ganen o pierdan...¡¡ no lo sé de cierto!!


TIERRA DE NADIE
Sergio Espinosa Proa
Aforismos

No hay que dejar para mañana lo que deberíamos mejor
no hacer nunca.

*

El escepticismo es un claro síntoma de salud.
Algo en cada uno de nosotros sabe que dudar es bueno, y no en último lugar porque la duda puede no servirnos para nada.

*

Enamorarse es lo mismo que saber que, siendo posible,
nada sería realmente posible. Es lo mismo que esperar
que las cosas ocurran porque no.

*

Lo obvio: por oponerse a cierta (no tan obvia) injusticia,
los feminismos se ven llevados a obviar el problema infinitamente más radical de la diferencia.
Obviar esta diferencia (“entre” los sexos, pero sobre todo
de los sexos) es análogo al trabajo y al proyecto metafísico
de obviar nuestra mortalidad. Por eso el resultado es tan pobre, o tan ambiguo: el feminismo es el masculinismo de la mujer,
si síndrome de Estocolmo. Lo masculino no es aprovecharse
de la diferencia de los sexos para justificar la sujeción
o la discriminación, sino precisamente lo contrario,
negar esa diferencia para convertirla en una desigualdad natural. El problema de todo feminismo es la tentación de no llegar a ser otra cosa que una versión resentida del humanismo.

EL CORREO

De: Juan Carlos Herrera
Para:
tropico@elsoldezacatecas.com.mx
Fecha: 08/02/2004 11:50 AM
Asunto: PREGUNTA

Les mando un cordial saludo; les molesto para preguntarles cuándo sale la antología de Trópico de Cáncer y si la convocatoria del concurso todavía no se abre o si ya se cerró. Gracias y felicidades por su labor en la cultura.

Respuesta de Trópico de Cáncer:
Esperamos que la primera pregunta le sea respondida con la edición de hoy. En cuanto al certamen literario que hemos realizado durante tres años consecutivos, decidimos hacer un alto en el camino para sacar los acuerdos pendientes, como lo es, precisamente, la publicación de la segunda antología. Hasta no desahogar lo anterior, así como la publicación de la tercera antología, optamos por detener un poco el certamen, el cual seguramente será lanzado el año que viene. Gracias por mantenerse al pendiente.

De: Imelda Noriega Rodríguez
Para:
tropico@elsoldezacatecas.com.mx
Fecha: 08/04/2004 03:07 PM
Asunto: reconocimiento a IZC.

Me gustaría verter un comentario en relación al trabajo realizado por el IZC en la administración de Ricardo Monreal. Particularmente, considero que todo buen proyecto de trabajo tiene tropiezos, y este no fue la excepción, sobre todo al inicio del sexenio; sin embargo, cuando se asume el fracaso, llega a ser el sello del éxito y por lo tanto, es innegable el avance en materia de cultura, ha sido más que evidente ya que se han puesto de manifiesto todas las expresiones culturales, la participación ciudadana va en aumento, también el incremento del turismo nacional e internacional que poco a poco le dan a Zacatecas la posibilidad de convertirse en un centro cultural importante.
La continuidad en el trabajo de manera organizada, me parece la esencia del IZC, teniendo un Director que ha sido plural, conciliador, dinámico, emprendedor pero sobre todo la disposición para realizar su trabajo de la mejor manera.
Mi reconocimiento para el Maestro David Eduardo Rivera Salinas.

Atentamente.
Mtra. Imelda Noriega R.

Con el ánimo de entablar una relación retroalimenticia con nuestros lectores, este espacio da cabida a las cartas que aborden aspectos relacionados con la cultura.
Nuestro correo electrónico es: tropico@elsoldezacatecas.com.mx
Nuestra dirección es: Avenida Quebradilla 602, Col. Caminera. C.P. 98000. Zacatecas, Zac. Tels. 92 265 83/ 85/ 87, ext. 109.

EL SOL DEL TROPICO
SUPLEMENTO DEL SUPLEMENTO DE EL SOL DE ZACATECAS

Amplían plazo para presentar proyectos de culturas populares
A los interesados en presentar proyectos susceptibles de ser beneficiados por el Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMYC) se les anuncia que el plazo de recepción de solicitudes fue extendido hasta el 16 de agosto.
Lo anterior fue dado a conocer a este medio por la maestra Alma Rita Díaz, subdirectora de difusión del Instituto Zacatecano de Cultura.
El PACMYC apoya con recursos económicos proyectos presentados por personas o grupos, encaminados a preservar las culturas regionales. Grupos de danza, empresas artesanales, productores, promotores o investigadores de todo aquello que conforma la cultura popular, pueden mandar sus propuestas.
La gastronomía regional, los juguetes, la tradición oral dentro de la que se insertan mitos y leyendas, la música, las rondas infantiles, las fiestas populares tradicionales, los bailes, el vestido, la historia, los museos comunitarios, son sólo algunos de los temas que son atendidos por este programa subvencionado por CONACULTA y el gobierno estatal a través del Instituto Zacatecano de Cultura. Mayores informes: 92 221 84, 92 211 13, 92 211 52 y 92 267 56.

Actividad cultural en la semana
Cambio de lugar de los bluseros
- El concierto de blues del conjunto “Cuarto blanco”, que aparece programado en la Agenda Cultural para hoy en la Plazuela Goitia a las 8:00 p.m., se traslada al parque principal de Jerez, debido a cambios de última hora en el Festival del Folclor. Acceso libre.

Curso de edición
- Del 9 al 13 de agosto se realizará en la Unidad de Letras de la UAZ un curso taller de edición de medios impresos, sustentado por Hugo Espinoza Rubio. Costo; 100 pesos por persona. Informes; 92 394 07, ext. 2442.

Informe del director del IZC
- El jueves 12 de agosto a las 10 de la mañana, el maestro David Eduardo Rivera Salinas, director del Instituto Zacatecano de Cultura, sustentará un informe final de su gestión. La cita es en el auditorio del Museo Manuel Felguérez. Entrada libre.

Exposiciones vigentes:
- Les recordamos a nuestros lectores que todos los museos de la ciudad permiten la entrada gratuita a todo zacatecano que se identifique como tal. Aproveche estas vacaciones.
- En el museo de Guadalupe, hasta el 20 de septiembre, se expone una muestra de Tesoros Artísticos de la China Antigua.
- En la Galería Arroyo de la Plata fue inaugurada también la exposición de Jesús Reyes Cordero, denominada “Brocolitour, desierto fluido”. El acceso es libre.
- En el Museo Zacatecano se expone una muestra de cajas antiguas, llamada “Relicarios de sueños y evocaciones”.
- En el ex Templo de San Agustín se encuentra la exhibición plástica de Georgina Gómez, titulada “Aires del tiempo”. Ahí, también la entrada es gratuita.

Convocan a premio regional
de pintura “José Atanasio Monroy”
El 10 de septiembre se cierra el plazo para participar en el Sexto Premio de Pintura “José Atanasio Monroy” 2004, en el que podrán participar artistas plásticos radicados en los estados de Jalisco, Colima, Aguascalientes, Guanajuato, Michoacán, Zacatecas, San Luis Potosí y Nayarit.
Podrán presentar una obra inédita. Habrá dos categorías: avanzados y en formación. Los primeros deberán acreditar que cuentan con exposiciones individuales y/o colectivas, premios y/o distinciones, así como obra publicada en catálogos. En la segunda categoría entran quienes cubran el requisito anotado en el primer párrafo.
La técnica y la temática serán libres, y el formato deberá ser de mínimo 40 centímetros (suponemos que por lado) y máximo 150 centímetros. Las obras deberán hacer sido realizadas de septiembre de 2003 a septiembre de 2004.
Habrá dos premios por categoría: en avanzados, 45 mil pesos al primer lugar y 25 mil pesos al segundo lugar. En la categoría de pintores en formación, recibirá 20 mil pesos el primer lugar y 10 mil pesos el segundo.
Mayores informes: www.cucsur.udg.mx, iavelino@cucsur.udg.mx
Tels. 01 (33) 36 15 49 80, 01 (322) 226 22 43, 281 05 20 y 281 05 21 ext. 106, 01(341) 412 73 50; 01 (317) 382 50 10 ext. 7107 y 7204.

El Taller Julio Ruelas Formará Parte de la Ciudadela del Arte
El taller Julio Ruelas se trasladará al inmueble que ocupa la Ciudadela del Arte, anunció el maestro David Eduardo Rivera Salinas, director del Instituto Zacatecano de Cultura.
Lo anterior tuvo lugar durante una reunión con integrantes del taller Julio Ruelas, el pasado miércoles en las instalaciones de la Ciudadela del Arte. En el encuentro, fue festejado el maestro Alejandro Nava por su cumpleaños.
Cabe recordar que la Ciudadela del Arte fue reencauzada al IZC en pasados días por instrucciones del gobernador, doctor Ricardo Monreal Ávila.
Rivera Salinas dijo que se reunirá con artistas plásticos, músicos y promotores culturales para distribuir de la mejor manera los espacios culturales de la Ciudadela del Arte, y elogió la labor que han realizado algunos pintores en bien de este nuevo espacio zacatecano que será coordinado por el Instituto a su cargo, financiado por la Secretaría de Educación y Cultura y como ya es sabido construido y remodelado por la Secretaría de Obras Públicas.
Asimismo, el maestro David Eduardo Rivera Salinas señaló que no sólo las artes plásticas serán parte importante de la Ciudadela del Arte, sino también la literatura, la música, la danza y el teatro, pues la Ciudadela se creó con el objetivo fundamental de dar espacios dignos a las expresiones artísticas zacatecanas, por lo que la primera etapa es un conjunto arquitectónico de primera calidad, con los usos y servicios adecuados y construida con materiales también de primera calidad.
Por su parte, el maestro Alejandro Nava y los alumnos del taller Julio Ruelas agradecieron a Rivera Salinas su esfuerzo y labor así como el interés que bajo su gestión ha tenido hacia uno de los talleres de plástica más antiguos de Zacatecas, con 20 años de existencia.

En esta esquina...
Martín Letechipía
Titiritero y psicólogo. Se ha dedicado a la creación artística y a la investigación de la cultura popular. Dirige el grupo “Hilos de la invención”. Es autor del libro inédito Música del viento.

Guillermo Velázquez
Poeta campesino, oriundo de una comunidad de Guanajuato llamada Xichú, sus coplas fueron citadas por José Antonio MacGregor durante una conferencia sobre migración.

Sergio Espinosa Proa
Licenciado en antropología y doctor en filosofía. Autor de Decápites, entre otros libros, coordina la Unidad de Docencia Superior de la Universidad Autónoma de Zacatecas.

domingo, agosto 01, 2004

No. 216. 1° de Agosto de 2004.


La Rosa del Dionisos
Por Simitrio Quezada

No pienso retirarme, aunque sí saldré de viaje: no despreciaré el bocado de reina que mi influyente amiga me ofrece. Así es la vida: viene y va, otorga y quita, y si no quiere favorecernos hay que arrebatar lo que trae en la canasta. Para ejemplo estoy yo, la rosa del Dionisos. En mis tiempos fui la envidia. Cuántas veces no vinieron a pedirme una recomendación, un paro, un favorcito. Si aquí las tenía. Desde los catorce años en que empecé por acá, por allá; desde los dieciséis, mi inicio en el Exotic’s, supe que tanto fregarme tendría recompensa. Y no fallé: puta, pero no pendeja. Aquí está mi obra: que ella testifique mi grandeza, mi sueño de venganza.

* * *
Cuando la historia aún no era escrita, cuando ni siquiera existía el Dionisos, mi madre me corrió de la casa. Bueno, no debo decir eso. Lo que pasa es que siempre fui muy curiosa y una vez quise que mi hermana Cuca me dejara menear los frijoles. La olla estaba hirviendo y como Cuca no soltaba la cuchara empezamos a manotearnos. Cuando mi madre llegó a ver qué traíamos, me puse tan nerviosa que sin querer aventé la olla a sus pies. Del coraje y las quemadas se encabritó tanto que gritó que no quería verme. Me fui al patio, entre las gallinas, y estuve sin comer toda la tarde. A las seis mi madre salió a misa y Cuca, quien nunca me quiso, fue a decirme que por qué no me había largado; que ella sí quería que me fuera porque ultimadamente ni éramos hermanas; que ella podía acordarse cuando un señor me llevó a la casa y ahí me había dejado porque yo había nacido mujer y él deseaba un hombrecito. Lloré como loca, corriendo a la salida del rancho.
No puedo creer que corrí mucho para mis trece años. Del rancho al crucero eran más de tres kilómetros y me los aventé de un jalón. Cuando estaba en el crucero, con la cara sudorosa, pidiendo aventones para escapar de Palomas, se detuvo una camioneta roja y de ahí asomó un bigotón que me preguntó a dónde iba.
—¿Pos a dónde va usted, señor?
—A Santa María de Rodríguez.
—Sí: voy hasta allá. A Santa María.
Mientras el bigotón escuchaba canciones de Cornelio Reyna, yo pedía al cielo que no fuera a preguntarme nada. A los treinta y cinco minutos el paisaje me mostró dos torres de iglesia y muchas casas. Me enderecé en el asiento para bajar en ese crucero, pero el bigotón dijo que ahí no era Santa María sino Fuerte de Sánchez, un rancho. Entonces comenzó a sospechar. Me preguntó por qué iba sola, respondí que mi mamá me esperaba en Santa María. Preguntó que exactamente dónde y dije que en la central de autobuses. Hasta allá me llevó y, mientras me preguntaba si la veía, abrí la puerta y corrí más fuerte que una hora antes.
Esa noche dormí cerca del mercado, donde me despertaron los gritos de los cargadores. Con mucha hambre busqué entre los puestos quién pudiera darme algo, y una señora, adivinando mi ansia, me regaló dos mangos y una pera. Todo el día le estuve ayudando, le caí bien; pero no le dije mi verdadero nombre: desde entonces me llamo Rosa. Fue lo único que vino a mi mente, porque cuando la señora preguntó yo estaba viendo el puesto de flores de enfrente. Tuve que mentir cuando dije que no tenía papás (mi papá sí estaba vivo pero nos había dejado). Por desquitarme de Cuca, dije que nunca tuve hermanos. El esposo de la señora me preguntó que de dónde venía y qué estaba haciendo en ese pueblo. Tuve que inventar que yo era de Fuerte de Sánchez, que había escapado de un tío que me golpeaba mucho, me había corrido y no quería volver a verme. La señora se llamaba Tere y me dejó quedarme en su casa, en un cuartito donde guardaban rejas. Pero sólo estuve una semana en el puesto, porque había varias muchachas atendiendo: no iban a correrlas para darme chance. Entonces el esposo de doña Tere me consiguió trabajo en el mismo mercado, pelando cebollas.
En mi casa no se usaba decir que una era bonita. Cuando mi papá vivía en la casa nos golpeaba cuando nos veíamos mucho frente al espejo. Mi mamá nunca nos dijo bonitas, porque aseguraba que eso podía volarnos. A lo mejor era cierto, porque pelando cebollas conocí a Horacio y dos días después ya andaba chuleándome. No quise decirle a doña Tere porque ya imaginaba que iba a enojarse y, la verdad, sí me gustaba que alguien me dijera que yo estaba “preciosa”.
Horacio tenía quince años, era chaparrillo pero siempre supo reírse sabe cómo. Y sabía como hablarle a una. Por ese tiempo me bajó por primera vez y me sentí muy mal. No conocía qué era la regla y menos imaginaba que yo era tardía. Creí que de algún modo Horacio tenía que ver con esos dolores y la sangre. Me sentí la más mala de las niñas porque ya había dejado que él pusiera su mano y acariciara mi seno izquierdo: dizque quería sentir mi corazón. Lo dejé hacer pero me sentí sucia. Dos días después empezaron los cólicos, luego la sangre y me puse a llorar. No entendía qué pasaba, pero la culpa tenía que ser de Horacio. Mis pechos no se desarrollaban completamente, pero pensaba que ahí había empezado todo. Doña Tere sospechó y, esa noche en que estuve llorando en el baño, me pidió entrar para ofrecerme las primeras toallas.
Sin entender sus explicaciones, le confesé lo de Horacio. Y sí, se enojó mucho. Me dijo que no lo dejara acercarse, que ya no le hablara, que ese muchacho pintaba para maldito y que ella iba a hablar con Rodolfo, su marido, para que yo dejara de pelar cebollas y trabajara otra vez en el puesto.
No hablé con Horacio durante casi cuatro meses. Pero en la bodega encontraba cartitas que él aventaba bajo la cortina metálica, algunas hasta con perfume. En ellas me decía que para qué rajaba, que si a poco no le gustaba, que él quería que nos la pasáramos bien. Poco a poco subió el tono para decir que no me amaba, que estaba necesitándome, que buscaba hacerme feliz. Yo me hacía la desentendida, pero una tarde supe que era novio de La Pecosa, una que trabajaba en el puesto de pollo, y me dio mucho coraje.
Escribí una carta para reclamarle y se la mandé con uno de sus amigos. La noche siguiente me despertaron unos ruidos en la cortina y sentí miedo. Era como si un animal rascara la puerta. Iba a gritar cuando escuché a Horacio pidiendo que habláramos.
Ahí fueron los primeros besos húmedos. Me convenció que no quería a La Pecosa, que sólo me amaba a mí y que ya no éramos niños. “Podemos querernos”, dijo y no aguanté las ganas de abrazarlo. Prometimos vernos así, cada jueves a medianoche, cuando don Rodolfo y doña Tere iban a Edenes a surtir fruta.
Ya tenía trece años y nunca conté mi historia, ni siquiera a Horacio. Me sentía mal recordando lo que había pasado en mi casa y dudaba mucho de lo que dijo Cuca. Pero ya andaba en otra parte y ahora me aguantaba. Todos creían que me llamaba Rosa y no María del Carmen. Creían que era de Fuerte de Sánchez y no de Palomas, el rancho de Zaragoza a una hora de ahí. En esos años no había radiodifusoras en ningún pueblo de Valle de Cardos y podía haber estado mucho tiempo en Santa María, pero mi historia sería de otro modo. Quizá fue mejor así.
Sentía que mi novio me quería mucho, hasta el día de Santa Rosa, que había caído en martes. A medianoche Horacio tocó la cortina para darme un ramo de rosas y empezó a acariciarme. Le pedí que se fuera pero me convenció con besos. Poco a poco me dejé llevar por sus empujones hasta la cama. Me dejé querer, pero no sabía que, al hacer eso, una gritaba. Cuando él quiso callarme tapando mi boca, entró doña Tere a la bodega y nos encontró desnudos.

* * *
Fíjense en el Dionisos. Esto ha costado sudores, cansancios, desprecios. Muchos creen que es fácil acostarse con los hombres, pasar de uno a otro, pero se vuelve una chinga. Soportar su mal olor, sus risas malhechas, sus groserías de macho dominador, pobres maricas. Con una quieren desquitar su impotencia, su dejadez con la esposa o su fealdad. He estado con ricos y pobres, santos y pervertidos, primerizos que no quieren verse desnudos y cabrones que gritan “puta, puta” mientras golpean las costillas con sus talones. Conmigo han disfrutado tuertos, jorobados, popis, políticos y borrachos, comunistas y adoradores, sesentones y quinceañeros, precoces y procaces. A todos di gusto y supe trabajarlos. Recuerden, niñas, que no sólo ustedes se prostituyen: ellos también son putos y ustedes deben aprovechar eso.

* * *
Con cuatrocientos setenta y tres pesos llegué a Villa Aldama. Quería pasar hasta Edenes, la gran ciudad; pero por el momento no debía gastar tanto dinero. Además, aunque no era seguro, podría toparme con don Rodolfo o doña Tere. Más que nunca me sentía burlada: Horacio no quiso llevarme con su familia aunque le recalqué que era su obligación. Esa noche doña Tere y su esposo me dieron diez minutos para tomar mis cosas —los cuatro vestidos que había comprado, alguna ropa interior, mi dinero— y largarme con Horacio. Ellos creyeron que con sus dieciséis cumplidos y la regañada éste era muy hombre para responderme, que me llevaría con él. Pero unas cuadras adelante, cuando le pregunté dónde quedaba su casa, Horacio quebró el silencio para decir que ya ni la chingaba, que por mi culpa lo habían regañado, que él no iba a comprometerse tan chavalo y que cada quien su camino.
—Pero ¿cuál camino, amor, si ya no tengo casa?
—¡Pos no sé! Vete con alguna amiga.
—Pero ¿con quién, amor? ¡Ayúdame un poco!
—¡Yo que sé! Y no me digas “amor”: me llamo Horacio.
—Pero por tu culpa pasó esto!
—¡No, qué culpa! ¡Bien que querías!
—¡Dijiste que me adorabas!
—¡Te adoraba! ¡Lo dije! Pero ya estás cansándome.
—¡No me hagas esto! ¡No te vayas! ¿Qué voy a hacer?
—Ése es tu pedo, Rosa. ¡Yo ya no quiero nada!
En medio de la calle, con la bolsa de mandado en que llevaba mis cosas, lloré y grité a Horacio, pero éste se había escondido —corrió para esconderse— y no volví a verlo. Entendí que los hombres son cobardes: les gusta dañar pero no reparar daños, gozan sin preocuparse si una lo hace; cuando les conviene son todos unos hombres y cuando no, son los estúpidos niños de siempre.
Estuve llorando hasta la madrugada en una esquina, hasta que vi un autobús bajando por el empedrado. La central quedaba a una cuadra y ahí decidí buscar otro mundo: Villa Aldama. Por eso a las siete y media de la mañana, después de almorzar una pieza de pan y una coca, conté mi dinero en un rincón de la tienda, después de haber bajado del autobús.
Villa Aldama era grande; más que Santa María. Ahí trabajé en una tienda de telas con un viejo al que convencí con la historia del tío golpeador. Me fue mejor, porque el mismo viejo “me rentó” un cuartito en la azotea de la tienda, con estufa eléctrica. Como me descontaba la renta de la paga, no recibía mucho; pero ya la suerte cambiaría. A los cuatro meses llegaron los dos nietos de don Bonifacio; así se llamaba mi patrón. Enrique tenía dieciocho años y Gustavo dieciséis: los dos me pretendían. Pero mi experiencia con Horacio me había enseñado a ser más lista que ellos. Entendía perfectamente que estaban allí sólo por dos meses, porque sus papás los habían enviado de vacaciones. Así que tomé precauciones para no creerles ni el bendito y sí, en cambio, uncirlos a mi yunta.
Pronto mis toma y daca con los nietos empezaron a rendir frutos. Sin acceder a ninguno, supe poner entre ellos una competencia que me dio comodidades en el trabajo. Fingiendo buenas intenciones, Gustavo fue con su abuelo para convencerlo que me diera un día de descanso, y a los dos días Enrique logró que me aumentaran el sueldo. Con los celos espoleándolos, se propusieron ver quién conseguía quitarme el pago de la renta, pero el abuelo los reprendió: “Es demasiado interés por esta niña y no me gusta. No me obliguen a correrla”.
Iba dando marcha atrás y seguía fingiendo no darme cuenta. No era conveniente otro despido, pero debía arriesgarme y así empecé a mover los hilos de mis enamorados. Como los dos llegaban a mi ventana, uno en las noches, otro en las madrugadas, fui persuadiéndolos que daría mis favores a quien me consiguiera el perdón de la renta. Ahí comencé a prostituirme, pero también a desquitarme de los hombres.
El ganador fue Gustavo, quien por ser el menor utilizó como arma el cariño que inspiraba al abuelo y unas reflexiones sobre los derechos que, según él, yo tenía. La noche en que don Bonifacio me anunció el nuevo beneficio, recibí al gestor en mi cama. Enrique estaba dispuesto a golpear al hermano, pero eso podía armar un escándalo y mi despedida. Por eso, para aplacar el enojo y guardar todo en secreto, también me acosté con él.
Antes de irse, Enrique me pidió que fuéramos novios. Me escribiría cartas, me llamaría a la tienda… No quise creerle. Él era más o menos rico y yo no era tonta. A fuerza de terquear, hice que al fin descubriera lo que deseaba. Dijo que por otra noche conmigo haría lo que fuera: le pedí que me ayudara a llegar a Edenes. Así obtuve dinero suficiente para vivir en la ciudad sin preocuparme por una semana y media.

* * *
La vida no es justa con todos, ya ven; por eso una debe arrebatarle lo que pueda. Nadie dice que las cosas son regaladas y la misma suerte llega siempre cuando uno se ha cansado de buscarla; el chiste es no dejar de llamarla. Como prostitutas, deben saber si el paso que están dando es el bueno para llegar al otro. Siempre deben ver más que los otros. Quien crea que la luna es de queso no sirve para el negocio. Aquí no deben enamorarse ni apendejarse ni creer nada. Deben coger sin coger, como si estuvieran cosiendo o barriendo o viendo la novela; pero haciéndolo bien. Un cliente busca atención, quiere sentirse el rey del mundo montado en sus espaldas o caderas. Puede montarse en sus cuerpos pero no en ustedes, niñas.

* * *
Cuando Enrique me acompañó a la central, dos horas antes de irse él también de Villa Aldama, me arrancó la promesa de que le llamaría, lo que nunca hice. Le pedí que confiara en mí y se fuera antes que despertara Gustavo y sospechara lo sucedido. Al despedirse quiso darme un último pasón por la cadera, pero alcancé a quitarme a tiempo sólo para hacerlo sufrir. Subí al autobús como si nada hubiera pasado.
No supe más de ellos ni de su abuelo. Los dos estudiaban en Tejutla, el extremo contrario de Valle de Cardos. Aún los recuerdo por ser los primeros hombres que utilicé; los primeros en quienes comencé mi venganza.
Preguntando se llega a Roma y preguntando llegué al Exotic’s. Comencé como cigarrera, luego mesera. Un año más tarde, tras mostrar mis habilidades al malnacido Eugenio, dueño y catador, me integré a “la selección”. Por aquel tiempo no había problema siendo menor de edad; al contrario. El mismo don Eugenio me sugirió cambiar nombre: Cristy, Michelle, Mariflor… pero con hipocresía preferí el supuestamente verdadero: Rosa. Conquistaría a mis clientes con atributos y artes; no con nombres idiotas.
Ahí me hice amiga de muchos clientes. Me esforzaba en aprender bien el arte del placer y por eso empecé a conseguir libros que escondía con celo. Siempre quise conquistar a todos: buscaba ser más que una prostituta del montón. Tiempo después conocí al diputado Mildés, quien tenía diferencias en su partido con un tipo que buscaba tumbarle una candidatura. A como diera lugar, me recalcaba, debía ser candidato a senador. Y tenía que ser él: “el mejor hombre del partido”. A fuerza de compartir coitos y botellas, una noche en que me sacó del Exotic’s me dispuse a dar el siguiente paso.
—¿Así que en su partido son muy conservadores, mi diputado?
—Mucho, Rosita. Por eso no me aviento estas canitas en la capital. Sabes que con eso pueden acabar con uno para siempre.
—¿También con su rival, el famoso Iturralde?
—Con todos, Rosita; pero con él es difícil. Es un señor muy grande: muy serio, pero muy metiche. Te digo que se le metió en la cabeza ganarme la candidatura porque, según él, tiene más tiempo engrandeciendo al partido… Pero si me la dan, seguro ganamos.
—¿Entonces Iturralde no tiene cola que le pisen?
—No, Rosita. Si hasta presume en la sala de su casa una bendición papal con marco de oro y toda la cosa.
—No se apure, diputado. A lo mejor al viejito todavía puede salirle cola, también con marco y toda la cosa.
Las ambiciones de Mildés eran tan grandes como las mías, por eso lo convencí para que me sacara una semana del Exotic`s, pagándole al malnacido Eugenio, y me llevara a la capital. Con mucha discreción, un amigo del diputado se encargó de mi cuarto en el hotel y otro del fotógrafo. Con diecisiete años, una caída afuera de San Lázaro y una actuación once veces ensayada, logré que el diputado Iturralde me llevara en su coche hasta el hotel en que me hospedaba. No fue fácil: la tarea se prolongó casi dos semanas. Pero finalmente el viejito cayó y, dos días después de eso, alguien entregaba a la redacción de un semanario un paquete con fotos y negativos.

* * *
Miren el Dionisos… veintiséis años y sigue orgulloso. Aún ahora, sin meter mariposas ni muchachas de table. Miren su hogar, aprendan a quererlo. Se puede ser buena hija cuidando lo que es de todas. Yo jamás le jugué mal a ningún patrón o madame. Como digo, pueden dar un paso cuando han visto que las lleva al siguiente. Para construir su imperio, deben primero aprender a ser reinas; antes de eso, buenas princesas. Esto es negocio pero también cuna de artistas. Artistas de la seducción. No se trata de abrir las piernas y ya: hay que saber hacerlo. El día que alguna demuestre ser más reina que yo, le dejo el lugar sin rencores. Mientras tanto somos una familia. Y su hogar es el Dionisos.

* * *
Fue en gran parte el senador Mildés quien me financió la casa-bar que pensaba abrir. También me presentó a Valdivia, quien, aunque del partido oficial, a veces se aliaba con Mildés para lograr acuerdos en el Senado.
No quise arriesgarme a poner el Dionisos en la capital, sino en este pueblo poblano. Los dos senadores me ayudaron a encontrar muchachas para la casita. De Edenes traje a Laura, Nereida y Yola: mientras construía el barecito, las cuatro compartíamos un departamento en Naucalpan. Atraído por Nereida, Valdivia nos consiguió un lugar en la nómina de Servicios Especiales en el Gobierno del Estado de México. Ya sin hacer nada teníamos nuestras buenas quincenas, pero no era conformista y soñaba con hacer de mi naciente Dionisos un paraíso para todos.
El gobernador del Estado de México asistió a la inauguración, acompañado de Valdivia, Mildés y el subsecretario de Educación. Además de ellos había una veintena de clientes. Al principio éramos nueve muchachas, pero confiaba en que todo saldría bien. Mi estrella me favoreció, pues a los dos meses, acompañando a mis amigos políticos, llegó el entonces secretario de Programación y Presupuesto (quien después sería presidente de la República) y cerró el Dionisos para él y sus amigos. En agradecimiento por esa segunda inauguración, yo misma atendí al señor secretario.
En adelante me esforcé en conservar influencias y apoyar a mis clientes para después negociar con ellos o utilizarlos. Cuando puede engordarse el puerco salen más carnitas. Por eso no se diga que debo todo a las visitas del ex presidente, quien venía seguido a disfrutar de nuevas adquisiciones.
La fama del barecito se extendió pronto. Me costó implantar una forma de cómo debe tratarse a los clientes, pero quien sabía ser dócil ganaba más. No sólo Nereida supo aprovechar su encanto: poco a poco las cuatro fundadoras supimos formar a las novatas para que sacaran el mejor provecho de su hombre mientras ellos creían dominarlas.
Por ese tiempo decidí buscar a mi madre para pedirle perdón. Ya desde Villa Aldama había reconsiderado que lo de Cuca era mentira: quería encontrar a mi mamá para aclarar todo. Pero buscaba llegar con dinero y ése fue mi error. Al año de inaugurarse el Dionisos, con un futuro hecho y un departamentito amueblado, regresé a Palomas. Sólo una amiga de mi niñez recordaba a esa flaquita María del Carmen. Me contó que Cuca vivía en Estados Unidos con un novio que la robó, y mi madre dormía, desde dos años atrás, en el panteón municipal de Zaragoza.
Tiré el perdón a mi hermana sobre la tumba de mi madre, quien tantas noches lloró mi desaparición. En la sala de su casa, mi amiga me platicó de los años que mi mamá estuvo en el desvelo, esperándome, y cómo Cuca callaba; seguramente aguantando esa culpa que sólo yo conocía.
En el Dionisos he intentado enterrar ese pasado que tanto duele y me he prometido, desde que regresé de Palomas, triunfar sobre mi historia, odiando en un olvido a mi hermana.
La vida me compensó con el Dionisos y sus éxitos. Nereida, por ejemplo, acrecentó su encanto de modo que pronto se convirtió en la amante de Valdivia, y después en su nueva esposa. Aunque aclaro, también, que mi amiga nunca obró de mala fe. El senador se divorció porque así lo tenía contemplado desde antes, y él mismo vino a rogarle una y otra vez, hasta que la sacó de aquí. Algunos de sus amigos, clientes nuestros, conocían la verdadera historia de Nereida, pero los pocos indiscretos recibieron pronto una muestra de lo que un político influyente puede causar en sus empresas y carreras.

* * *
Estoy crecidita pero no cansada. Con cuarenta y tres años aún arrodillo a quien quiero. He visto a mi lado hombres que sudan, lloran y hasta me cuentan su amargura. Los he visto desnudos, débiles, orgullosos, pensativos. Más que yo, más que ustedes, ha sido el Dionisos quien los cobija, reanima o hace olvidar sus pesares. Han llovido sobre esta casa muchas injurias. Sabía a qué nos ateníamos al instalarnos en las afueras de un pueblo tradicionalista, conservador. Pero he visto con los años que la moral es fachada y que, haciendo cuentas, estos pueblos deben al Dionisos mucho de su progreso. Por eso, niñas, no crean que esto es sólo diversión y dinero. Una casa como ésta también construye, y del modo que menos imaginan los más mojigatos.

* * *
Años después de fundada nuestra casa, Yola quiso probar suerte con una propia. Como siempre demostró eficacia, le di no sólo el permiso, sino mi bendición. Bendición de prostituta, que también vale, porque he luchado por mantenerme en pie frente a cualquier problema.
De quienes me ayudaron a fundar esto en 1974 sólo queda Laura, a quien ahora nombro suplente. Laura y yo las hemos formado, las iniciamos mejor en este arte. De algo ha servido lo que leo y releo en la biblioteca que inicié con aquellos libros de juventud. En esta casa se han encontrado priistas, panistas, perredistas, masones, sacristanes y, un par de tardes —a las cinco, para no ser visto— el fundador de Pro Vida en la región. Presidentes municipales y sus enemigos políticos llegaron a brindar juntos en intentos de concertación, cada uno con una de mis muchachas al lado. Pero no me gusta hacer publicidad con eso. Aborrezco los comercios donde toman fotos a cualquier personalidad para mostrarlas a todos, como si encarnaran los únicos momentos gratos que han tenido sus empresas.
Tengo otras satisfacciones. Mi último logro fue la decisión de no tumbar el Colegio Parroquial. Sucedió este sábado en la “sala exclusiva” (la que gustaba ocupar el ex presidente) con la presencia del notario López, cuando Saturnino Hierro, dueño de los terrenos, prometió al presidente de la Asociación de Padres de Familia del “San Juan Bosco” reconsiderar el desalojo previsto para mañana.

* * *
No pienso retirarme, niñas, pero sí salir de viaje. Como hace años, este día de Santa Rosa alguien me ofrece un regalo. No despreciaré el bocado de reina que me ofrece Nereida. Así es la vida: viene y va, otorga y quita y, si no quiere favorecernos, hay que arrebatar lo que trae en la canasta. Ahora mi amiga me envía un empleado diciendo que a la capital llegó un vividor que quiere despilfarrar sus ahorros. Un golpeador de mujeres en quien voy a culminar mi venganza contra los hombres. El pobre no sabe el camino al Dionisos, ni pienso atraerlo: no será aquí el acto final.
Quiero abrir heridas verdaderas. El hoy subprocurador Valdivia me ha obsequiado, junto con una daga, la inmunidad que necesito. Por primera vez la rosa del Dionisos se permite ser criminal sólo para ver si sangra el corazón de un despiadado. Lo acorralaré desnuda para atravesar su pecho mientras él me acaricie otra vez el seno izquierdo. Pobre Horacio, cuánto ansío que comprenda que la vida va y viene, quita y otorga, y de su canasta también puede ser arrebatada la justicia.
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Gobierno y Cultura
¿Qué opinan?

Teniendo como marco el ocaso del sexenio monrealista, y ante los cambios que se vienen en septiembre con la toma de posesión de Amalia García como gobernadora del estado, entre los temas que ahora se discuten figura el destino de la cultura y de las instituciones culturales. Al respecto, Trópico de Cáncer inicia una serie de sondeos entre la comunidad artística y cultural, con el objeto de reflejar las opiniones, inquietudes y propuestas sobre el asunto. Aquí presentamos a dos de nuestros primeros entrevistados, a partir de dos preguntas iniciales: ¿qué opina sobre el trabajo realizado por el Instituto Zacatecano de Cultura durante la administración de Monreal y cuál considera que debe ser el perfil del director de dicha institución? Si usted desea participar, mande sus opiniones a: tropico@elsoldezacatecas.com.mx

Maestro Juan Manuel de la Rosa
Pintor

¿Qué opina sobre el trabajo realizado por el Instituto Zacatecano de Cultura durante la administración de Ricardo Monreal?
“Le voy a responder desde mi punto de vista lejano, desde un estudio que tengo en la ciudad de México, que uso por temporadas. Tengo información de que lo que se ha hecho en Zacatecas es muy notable. En cuanto a la pintura, hay una exposición itinerante de la plástica zacatecana que está yendo a museos muy importantes del país; creo que en este momento se encuentra en Mérida (...) y el Instituto propicia esto. Ha sido muy conciliador, ha hecho una labor conciliadora entre los pintores, ya que es un medio muy caníbal, creo que mucho más que los políticos o quizá estoy exagerando. También se ha hablado mucho en la ciudad de México y he tenido oportunidad de ver una o dos funciones de teatro de calle. Si se logra una continuidad con este tipo de actividades de ese nivel, creo que Zacatecas seguirá teniendo mucho respeto por las actividades culturales que se están haciendo. Por otro lado, se han publicado muchas cosas muy interesantes; se ha hecho una labor editorial seria. Por ejemplo, con lo que se hizo de Fernando Pessoa; en pocos lugares del país se atreverían a publicar un cancionero de un poeta fundamental del siglo XX... Están esos dos libros, sobre la Morisma de Bracho, y la publicación de Imágenes de Zacatecas, del gran historiador que fue expulsado de Zacatecas por su labor; incomodaba a ciertos políticos de su época y tuvo que salir, Eugenio del Hoyo (...) El trabajo en las otras actividades, teatro, danza, música, ha sido también muy respetable”.

¿Cuál considera que debe ser el perfil del Director de dicha institución?
“Yo creo que debe ser una persona sensible, que tenga un enorme potencial como promotor de la cultura, que es una vocación muy diferente a ser un administrador o a ser un artista que deje sus actividades para dedicarse a la dirección del Instituto de Cultura.
“Yo creo que debe dedicarse de tiempo completo; no puede ser artista de seis de la tarde a once de la noche; al escritor lo asaltan las palabras; se es escritor o pintor las 24 horas, es una entrega completa, y en la promoción de la cultura al frente de un Instituto, debe estar una persona que tenga esas características, que tenga esa inquietud, que sea una persona conciliadora, que sepa escuchar las inquietudes de todos los artistas, que pueda conciliar los egos... que no es grave que sean ególatras, sino que necesitan tanto del reconocimiento de los demás, y no creo que sea malo que tengan esa inquietud de ser reconocidos...
“Por último, es muy importante que quien ocupe la dirección del Instituto no tenga una relación de consanguinidad, que no tenga lazos de sangre con la licenciada Amalia García, gobernadora electa de Zacatecas, porque eso desvirtuaría dicho nombramiento”.
Ing. Raúl López Herrera
Productor de videos culturales

¿Qué opina sobre el trabajo realizado por el IZC durante la administración de Ricardo Monreal?
“En mi opinión, y en la rama que yo manejo, que es la producción de medios audiovisuales, concretamente el video, yo considero que lo han dejado un poco de lado; realmente yo no he visto en los seis años un interés muy marcado en la producción o en la utilización del video, esa herramienta tan valiosa y tan difundida actualmente ya no hay ninguna casa, ningún instituto, ningún lugar que no tenga una videocasetera, y yo considero que lo dejaron de lado. Este medio tan importante yo considero que sí debería estar incluido en los programas desde hace tres o cuatro años. Por otro lado, me pregunto por qué a un año de que se aprobó por el Congreso la Ley de Cultura, pues no se ha visto absolutamente ningún paso en el sentido de consolidar el consejo consultivo y los órganos que están previstos en la ley para que las decisiones de los temas culturales no sean de una sola persona, sino de un grupo de personas especializadas o interesadas en la cultura, y que redunden en el beneficio colectivo, no se trata de que haya nuevas mafias”.

¿Cuál considera que debe ser el perfil del Director de dicha institución?
“En mi opinión muy personal, el director debe ser un administrador. Tener una amplia trayectoria en la administración, porque a mí me ha tocado verificar que la cultura en Zacatecas, afortunadamente, ha crecido muchísimo, las manifestaciones culturales son muy amplias; hay que pensar en los comités municipales de cultura, en las industrias culturales, en un amplio sector que se beneficia con la cultura; entonces ya no se puede más que pedir un administrador que tenga amplia experiencia y apertura para saber escuchar las diferentes voces de los participantes de la cultura, y sobre todo, yo pienso que debe tomar como base la ley de cultura que se aprobó el año pasado y que establece los lineamientos generales para el desarrollo cultural del estado”.


La Rosa de los Vientos

Aquo sueño de luz
Por Elodia Lara Barrios

¿Con quién se quedan los árboles cuando están solos?
¿con quién su soledad mezcla infinitos?
Agua de sepulcro enigma (...) cieloárbol

¿qué prosaico sentir alienta su noche
si un cantar duerme las hojas
de qué habla su mudez / algarabía rota cuando calla?

¿cuál su lenguaje insólito es lengua
y cuerpo para saborear la lluvia
descongelar el espíritu deshacer inercias?

Dónde el moribundo vivir renace
cuando el alma de la tierra se erosiona
Éxtasis el agua fantasma o nube

Árbol diagnóstico y espejo vitae
cómo ser la placidez del río
ser río sin catarsis ni espuma

retorno sin retorno espiral del tiempo
los cuerpos serán humus
serán agua.

La vaca multicolor
Por Kutzi Hernández Galván

Zacatecas: sin equilibrio urbanístico en los servicios culturales

on la asignación de la Ciudadela del Arte al Instituto Zacatecano de Cultura, esperamos que se cierre el episodio de polémica entre los artistas y que comience una etapa de unificación de visiones y de proyectos. Comenzará una fase importante de lluvia de ideas, y sin importar que el proyecto comience a ser operado por la nueva administración, la atención que la comunidad presta hoy a la Ciudadela, es indiscutible.
Con todo y los desacuerdos que se hayan suscitado, nadie le quita el mérito al pintor Alfonso López Monreal, no sólo por llevar adelante el proyecto arquitectónico, sino por haber tenido que enfrentar toda la controversia que se levantó en torno suyo, mientras que quienes le apoyaban, prefirieron irse de vacaciones y dejarlo solo con el paquete.
Como sea, vemos que para la comunidad cultural resulta muy motivante el que este tipo de asuntos no le sean indiferentes al gobernador, que finalmente tomó una decisión que ha satisfecho a la mayoría.
Sin embargo, no puedo dejar de señalar que los grandes proyectos culturales no se hacen en tres patadas. Un gran proyecto cultural sería, por ejemplo, rescatar los museos, y devolver el equilibrio de que ahora adolece el conjunto de centros públicos de apreciación de las artes visuales en Zacatecas.
La responsabilidad sobre los proyectos y espacios públicos no debe recaer nada más en un gobernador o un pintor o un grupo de pintores o una institución. En cuanto a espacios culturales, entra la participación de funcionarios, trabajadores, promotores culturales, medios de comunicación y toda la sociedad. Esta participación debe darse de forma activa, así sea para establecer la crítica. Una crítica activa es, por supuesto, propositiva, y no tiene validez si no se ponen manos a la obra.
Bien por la Ciudadela del Arte, que ha conseguido ganar la atención de todos. Pero no nos olvidemos de nuestros museos, que hoy viven situaciones realmente penosas. Ya lo señalaba nuestro amigo, el pintor Armando Haro, que por ejemplo, los grabados de Tapies tienen hongos porque los muros del museo Pedro Coronel están húmedos y los grabados de Japón estén apolillándose por falta de restauración Se tienen que cerrar salas porque no hay dinero para asignar más custodios.
El museo aludido tiene bajo su custodia una de las colecciones más impresionantes del arte universal que para los zacatecanos es un verdadero lujo, quizá tanto como lo sería alimentar al gato con caviar, cuando el felino terminará prefiriendo sus croquetas hechas con pluma de pollo. Con esto me estoy refiriendo a la necesidad de formar públicos que aprecien la valía de los centros de exposición de obra, llámense museos, llámese Ciudadela del Arte.
Se ha señalado el peligro de que a Zacatecas le sea retirado el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad, en caso de que descuidemos nuestra ciudad —no quiere decir que ahora estemos en peligro, sino que se trata de una posibilidad constante que no debemos soslayar.
Sin embargo, nadie ha hecho público otro peligro quizá mucho más desastroso —a pesar de que muchos no comprendan su verdadera magnitud. Nos daríamos por satisfechos si, por lo menos, ésta fuera comprendida perfectamente por los funcionarios de gobierno a quienes les compete el asunto—: el que un día, el Instituto Nacional de Bellas Artes se percate del deterioro que están sufriendo dichas obras artísticas que son Patrimonio Cultural de la Humanidad, y decida retirarlas de Zacatecas. Estas obras no son propiedad del gobierno del estado; sin embargo, es compromiso de éste el poner las condiciones adecuadas para que las piezas sean expuestas correctamente. Lamentablemente, durante varios sexenios, el gobierno no ha cumplido con tal compromiso adquirido desde la creación de tales espacios.
Felicitamos a todo el equipo de Obras Públicas por haberse concentrado en las obras tan vistosas que además fueron ejecutadas en puntos estratégicamente visibles. Lamentamos su falta de visión de equilibrio urbanístico en cuanto toca a los servicios turísticos y culturales, y aunque se trata de algo tan obvio, las autoridades parecen no tomarlo en cuenta.
¿Por qué afirmamos que no hay visión de equilibrio urbanístico en este rubro? Porque un principio básico en el desarrollo de cualquier ciudad, civilización, incluso en el de cualquier proyecto, es el de equilibrar crecimiento y mantenimiento; a la par de la creación de nuevos elementos —en este caso, espacios— hay que consolidar los que ya existen. Más valdría un museo colorado que cien descoloridos, y salvo el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, los museos capitalinos palidecen por falta de atención. Esos 35 millones que Obras Públicas invirtió en una Ciudadela del Arte que fue cuestionada hasta por las vacas sagradas de la pintura zacatecana, pudo haberlos administrado mejor: si no repartir toda esa cantidad entre los museos que reclaman una restauración urgente, por lo menos destinar una parte a tal propósito, y la otra parte para iniciar los trabajos de la Ciudadela en una primera etapa.
En reiteradas ocasiones, los artistas zacatecanos han señalado la urgencia de rescatar y atender los museos: hasta Felguérez opinó a favor de la calidad por encima de la cantidad (ver el reportaje “El arte zacatecano: consensos y disensos”, Trópico de Cáncer núm. 180, 9 de noviembre de 2003), al mismo tiempo que la administración monrealista prometía más museos que, de haberse creado, terminarían sumándose al puñado de elefantes blancos que hoy tenemos, y no por culpa del gobierno actual, sino por falta de una política cultural que es responsabilidad no sólo de las instituciones de cultura, sino de instancias relacionadas como, por ejemplo, la Secretaría de Obras Públicas, para dar mantenimiento a los espacios, y la Secretaría de Educación, en la formación de públicos para la cultura.


El Correo
A Trópico de Cáncer llegó esta carta, signada por el pintor Juan Manuel De la Rosa, en relación a la Ciudadela del Arte, proyecto respecto al cual se pronunciaron cinco renombrados pintores zacatecanos -entre ellos De la Rosa- en un reportaje publicado por El Sol de Zacatecas el pasado martes 20 de Julio de 2004.

“Zacatecas, Zac. 23 de julio de 2004

“Ing. Apolonio Castillo Ferreira
Secretario de Educación y Cultura
Gobierno del Estado

“Muy respetado Ingeniero:
“Siempre con la mejor disposición para aportar algo al desarrollo artístico de Zacatecas, asistí a las reuniones de los artistas que usted convocó.
“Hasta el momento la idea de abrir un centro cultural llamado La Ciudadela del Arte me parece un río de palabras, que arrastra discusiones bizantinas que viajan en él sin que pueda aparecer nada claro ni transparente.
“Me solidarizo con los pintores y los habitantes de esta ciudad que fueron encuestados y opinaron que artistas y pintores no deberían dirigir las instituciones culturales, sobre todo por las experiencias ya conocidas en el medio cultural.
“El Arte es una de las actividades que le brinda libertad al ser humano. Para que de verdad sea así, el Arte debe realizarse en las mejores condiciones posibles, para no perder su impulso y su autenticidad. Lamentablemente, éstas no se han dado, este no es nuestro tiempo, tal vez nunca lo sea; por el momento soy escéptico. Sin embargo, también tengo la sensación de que vendrán días mejores y que pasará la turbulencia, podrán aclararse las aguas del río y el vuelo será más tranquilo.
“Agradezco sus atenciones y la comprensión por la decisión que he tomado. Lamento sinceramente no haber podido trabajar con mis colegas, los pintores abstractos, en una maravillosa aventura que, a mi manera de ver, pudo llevarse a cabo a la manera de “tequio cultural”.
“Me hubiera gustado haber compartido este trayecto del camino de la ya prestigiada, gracias a los artistas mayores, pintura zacatecana. Me retiro del proyecto y punto.
“Respetuosamente,
(rúbrica)
“Juan Manuel De la Rosa

“c.c.p. David Eduardo Rivera, Director del Instituto Zacatecano de Cultura Ramón López Velarde.
“c.c.p. Juan Martín Ocampo, Director de la Galería Arroyo de la Plata.
“c.c.p. los medios informativos”.
Con el ánimo de entablar una relación retroalimenticia con nuestros lectores, este espacio da cabida a las cartas que aborden aspectos relacionados con la cultura.
Nuestro correo electrónico es: tropico@elsoldezacatecas.com.mx
Nuestra dirección es: Avenida Quebradilla 602, Col. Caminera. C.P. 98000. Zacatecas, Zac.

El Sol del Trópico
Suplemento del suplemento de El Sol de Zacatecas

Canalizan la Ciudadela del Arte al Instituto Zacatecano de Cultura
Por Kutzi Hernández Galván

“A partir de hoy, el Instituto de Cultura toma la coordinación del proyecto en los términos del desarrollo del mismo, la parte artística y cultural; la recepción, la valoración de los proyectos, la convocatoria de los artistas, de los grupos, y por supuesto el cuidado, la vigilancia, la congruencia con los lineamientos de la política cultural que este gobierno ha venido implementando durante casi seis años”.
Así lo declaró el pasado viernes el maestro David Eduardo Rivera Salinas, director del Instituto Zacatecano de Cultura (IZC), respecto a la Ciudadela del Arte, proyecto que hasta ese día era operado por la Secretaría de Educación y Cultura. Tal situación, así como una falta de proyecto artístico, habían sido tema de una polémica suscitada entre los pintores Juan Manuel de la Rosa, Alejandro Nava, Emilio Carrasco y Alfonso López Monreal, coordinador del proyecto arquitectónico de la Ciudadela.
Rivera Salinas dio a conocer la noticia, que fue literalmente aplaudida en la galería Arroyo de la Plata por decenas de personaes asistentes a la inauguración de una exposición pictórica de Jesús Reyes Cordero. Entre la nutrida concurrencia de la galería de Irma Valerio, el anuncio también suscitó expresiones de júbilo, así como en la presentación del cartel de las Morismas de Bracho.
David Eduardo Rivera explicó que tal decisión fue tomada por el gobernador Ricardo Monreal Ávila durante una reunión con los artistas De la Rosa, Nava y López Monreal, con la presencia del titular del IZC, mientras que con Ismael Guardado mantuvieron comunicación vía telefónica.
Respecto a la competencia de las instituciones en relación a la Ciudadela del Arte, Rivera Salinas señaló que el gobernador ha señalado los lindes de cada una. En cuanto a la Secretaría de Educación, “el gobernador fue claro, tuvo participación en términos del financiamiento de los proyectos, y de la Secretaría de Obras Públicas, lo relativo a su función inherente, que es la rehabilitación, el rescate de los edificios y su mantenimiento y nada más”.
Por su parte, el pintor Alfonso López Monreal seguirá al frente del proyecto “sólo en la parte que aún falta por rescatar del edificio, porque él ha hecho un trabajo extraordinario, hay que reconocerlo”, dijo el funcionario. “Una vez que esto concluya, él se reintegrará a sus actividades artísticas y entonces se abrirá lo que en ese momento los nuevos ordenamientos jurídicos señalen para dirigir y coordinar un centro de esta naturaleza, por supuesto, siguiendo la idea original del gobernador y sus intenciones muy claras de tener un centro que goce de una capacidad de gestión importante, capaz de apoyarse en un patronato, pero siempre de la mano de la autoridad cultural que finalmente es la responsable de darle cauce a la política cultural que este gobierno ha implementado”.

Exposiciones
- Hoy a la 1:00 p.m. será inaugurada una exposición fotográfica en el vestíbulo del Teatro Calderón. No falte, la entrada es libre.
- En la galería de Irma Valerio se encuentra la exposición “Desiertos, raíces, mujeres”, de Sonia Félix. Entrada libre.
- En la Galería Arroyo de la Plata fue inaugurada también la exposición de Jesús Reyes Cordero, denominada “Brocolitour, desierto fluido”. El acceso es libre.
- En el ex Templo de San Agustín se encuentra la exhibición plástica de Georgina Gómez, titulada “Aires del tiempo”. Ahí, también la entrada es gratuita.
- Les recordamos a nuestros lectores que todos los museos de la ciudad permiten la entrada gratuita a todo zacatecano que se identifique como tal. Aproveche estas vacaciones.

En esta esquina...
Simitrio Quezada
Maestro en Creación Literaria, es autor del libro Valle de cardos. Actualmente es encargado de Comunicación Social de la Universidad Politécnica de Zacatecas.
Salf
Equilibrista entre los asuntos mundanos que la cotidianidad reclama y el ludismo de sus dibujos, toca en un grupo de rock con especial fruición. Actualmente prepara una sorpresa para los amantes de la caricatura.
Elodia Lara Barrios
Veterinaria y Maestra. Autora de la plaquete La noche es gato (Dosfilos-UAZ, 1996), ha publicado poesía en varios periódicos y revistas locales, como El Sol de Zacatecas, Pórtico, Imagen, Momento y Diálogo.
Es integrante del taller de creación literaria de la UAZ, coordinado por Juan José Macías. Se ha desempeñado como profesora durante más de 25 años en el nivel medio.

Kutzi Hernández Galván
Egresada de la Carrera de Letras, por la UAZ, ha obtenido tres premios de periodismo a nivel estatal.